Dame un besazo
El pasado viernes 6 de octubre se llevó a cabo en varias ciudades del país un evento llamado Besazo en repudio a la detención de Mariana Solange Gómez, miembro del colectivo LGBT, en la ciudad de Buenos Aires.
En Salta las manifestantes, que no llegaron a superar el total de cincuenta personas, se congregaron a las 17 horas en la plaza Güemes, frente a la Central de Policía, con carteles y banderas multicolores. Junto a ellas, un ejército de cámaras y medios fueron a cubrir el encuentro esperando encontrar la noticia de la semana. Las mujeres cruzaron la plaza y se pararon en la vereda de la central, alzaron las banderas y cantaron contra el patriarcado, el machismo y una sociedad que hace lo posible por invisibilizarlas.
Lejos de salir a “ordenar” que se retirasen, la respuesta policial fue cerrar las rejas de acceso, poner un cordón de efectivos detrás y mandar afuera del edificio, como ya se vio en otras oportunidades, a tres policías femeninas vestidas sin uniforme, pero con la camisa blanca y el pantalón azul característicos, quizás con la intención de prevenir un posible avance. Las jóvenes solo se besaron ante la mirada atónita de los efectivos y no incurrieron en ningún tipo de violencia.