Ni un manto de piedad

Entre pañuelos celestes, rosarios, oraciones e imágenes religiosas marcharon los autodenominados ‘defensores de la vida’. La bandera negra con la leyenda ‘religión o muerte’ fue la protagonista en las redes sociales, tanto que terminó desplazando a los comentarios sobre el feto gigante de cartapesta. Eso es lo que ocurre en los discursos de este sector que se opone a la legalización del aborto: tarde o temprano se hacen evidentes las verdaderas consignas.

Religión o muerte subyace cuando se oponen a la legalización del aborto. Religión o muerte aparece cuando se oponen a que una niña violada de 11 años acceda al derecho a la interrupción legal del embarazo. Religión o muerte es lo que cubre como manto sin piedad cuando dicen que una niña de 10 años puede consentir una relación sexual. Y así, el discurso de ‘salvemos las dos vidas’ muestra su base más sólida: religión o muerte.