La prevención como estrategia

Aedes aegypti | Wikipedia

El verano es la estación más esperada por miles de personas, que tienen en esta esta época del año la oportunidad de descansar y disfrutar de actividades al aire libre. Junto con el sol y las vacaciones, aparecen una serie de situaciones que compromenten la salud y el bienestar. Golpes de calor, deshidratación y quemaduras por el sol son clásicos problemas de un verano vivido a pleno sin tomar las medidas de prevención correspondientes. En los últimos años hay que sumar otra amenaza a la salud pública que requiere la atención y el compromiso de todos: el dengue.

Transmitido por la picadura de las hembras del mosquito Aedes aegypti, el dengue es una enfermedad viral propia de las regiones tropicales y subtropicales. Aparece después de 3 a 10 días de haber sufrido la picadura y se asemeja a un cuadro gripal. Se combina fiebre muy alta (40º C) con un par de los siguientes síntomas:

  • dolor de cabeza
  • dolor detrás de los ojos
  • dolores articulares
  • náuseas o vómitos
  • sarpullido (manchas en la piel)
  • agrandamiento de ganglios

Este cuadro puede durar hasta una semana y se recomienda no tomar aspirinas ni ibuprofeno para combatir el dolor, siendo el paracetamol la droga de elección. Después del descenso o la desaparición de la fiebre, hay que estar atentos a los síntomas que indican que la enfermedad ha evolucionado a su forma grave, anteriormente conocida como dengue hemorrágico:

  • dolor abdominal intenso
  • vómitos persistentes, incluso con sangre
  • hemorragias en las encías
  • dificultad para respirar
  • cansancio y desasosiego

Es crucial recibir atención médica inmediata para evitar complicaciones e, incluso, la muerte.

No hay vacunas ni tratamiento antiviral específico para el dengue, pero sí existen medidas de prevención destinadas a combatir al mosquito transmisor de la enfermedad:

  • Como el mosquito deposita sus huevos en agua, es conveniente limpiar y renovar el agua de todos los recipientes del hogar (jarrones, bebederos de mascotas) por lo menos una vez por semana. También evitar que el agua se almacene en neumáticos, botellas u otros reservorios, por lo que se aconseja desechar aquellos que no sirvan o no estén en uso.
  • En el caso de realizar actividades al aire libre, usar prendas que cubran piernas y brazos, usar repelente para mosquitos sobre la piel y la ropa, y reaplicarlo cada un par de horas. En el interior de los hogares, usar espirales o pastillas antimosquitos.
  • Colocar tela mosquitera en las aperturas y cubriendo los cochecitos de los niños (siempre que exista una ventilación adecuada).
  • Evitar las actividades al aire libre durante el amanecer y el atardecer, que son los períodos de mayor actividad del mosquito.
  • Los viajeros a regiones con mayor incidencia de dengue, deben estar atentos a la aparición de síntomas hasta dos semanas luego de regresar.

Si bien el mosquito es el transmisor de la enfermedad, el cumplimiento de estas medidas es crucial para evitar que se propague entre nosotros. En la casa, en el trabajo y al aire libre, no hay acción o gesto que sobre a la hora de combatir al dengue.

Cecilia Morán

cmoran@colectivolapalta.com.ar

Fuentes: Ministerio de Salud de la Nación | Organización Mundial de la Salud