Se trata de defender derechos

La situación de desmantelamiento que sufren hoy los Centros de Actividades Juveniles (CAJ), los Centros de Actividades Infantiles (CAI) y el programa Coros y Orquestas del Bicentenario parece cada vez más irreversible. Precarización laboral y la eliminación de los programas dentro de Tucumán son algunas de las denuncias de talleristas, coordinadores, maestros y jóvenes el sábado en plaza Independencia, donde se realizó una jornada de lucha y visibilización. Si bien se trata de tres propuestas diferentes, todas comparten el estar incluidas dentro de las políticas socioeducativas que buscan la inclusión y la reinserción escolar de niños, niñas y jóvenes a través del arte, la comunicación y el deporte.

Tucumán cuenta con 9 orquestas y 11 coros que concentran a más de mil niños, niñas y adolescentes, cuyas familias son un pilar fundamental en la implementación del programa. Eso se pudo ver sábado cuando los chicos llegaron con sus instrumentos a mostrar lo que cada sábado se realiza en la escuela. Frente a Casa de Gobierno interpretaron diversas piezas musicales y recorrieron el espacio público con la consigna “Que sigan las orquestas y coros”. “Exigimos que el gobierno provincial brinde respuesta al pedido de un contrato por 12 meses para los trabajadores y un reajuste del monto de sueldo de 23%, en referencia a lo acordado en la paritaria docente. También que se integre el programa a la oferta educativa real de la provincia, ya no como un paliativo sino como una posibilidad de que los chicos reciban educación artística de calidad”, sostuvieron los trabajadores de programa Coros y Orquestas del Bicentenario.

La situación actual de los CAI y CAJ no es diferente, aunque lleva como agravante la confirmación del Ministerio de Educación provincial de que ambos programas son eliminados para funcionar de forma autónoma. Los trabajadores de estas propuestas serían incluidos dentro del programa La Escuela de Mi Barrio, que fue creado en 2016 para ocupar la escuela los fines de semana y hacer frente a los problemas de inseguridad en los barrios vulnerables de Tucumán.  El desplazamiento de los coordinadores, maestros y talleristas genera la reformulación de los proyectos pedagógicos y la destrucción del trabajo que se viene realizando hace años en los establecimientos educativos.  Si bien se busca no despedir a los trabajadores, la situación se empeora mediante el ofrecimiento de una remuneración más baja y con más carga horaria respecto al 2016.

La lucha de los tres programas continuará hasta que desde el Ministerio de Educación se brinde respuestas a los trabajadores y aseguren la continuidad de las propuestas educativas en Tucumán. Los delegados elegidos en asamblea participarán de una nueva reunión con la Coordinación de Políticas para la Inclusión Social para escuchar respuestas concretas.

Fotografías de Ignacio López Isasmendi