Yo voy a la sentencia: el festival

Hay días en que el mundo de emociones vividas apenas si cabe en el cuerpo y entonces las palabras parecen sobrar y faltar a la vez. Un ejemplo de esos días fue este sábado cuando el festival #YoVoyALaSentencia, organizado en forma conjunta entre HIJOS – Tucumán y La Palta, se convirtió en realidad. Una fiesta por la memoria, la verdad y la justicia. Un acto de justicia fuera de la sala de audiencias, sin jueces y sin tribunales. Alegría y color por sobre tanto dolor y tanta pérdida. Lo que empezó como una idea compartida por mensajitos de Whatsapp explotó en el piletón del parque Avellaneda con música, clowns y murgas. Apenas pasadas las 18, los primeros acordes de una guitarra abrían paso a una jornada que quiso recordar a los tucumanos que está por terminar un juicio histórico: la megacausa Operativo Independencia.

Los juicios por los crímenes cometidos durante la dictadura no fueron siempre una posibilidad. Cuarenta años de impunidad dan cuenta de eso. Este es el doceavo juicio por este tipo de delitos que se realiza en la provincia. En el año 2008, el primer debate oral y público condenó a Antonio Domingo Bussi y desde entonces la Justicia habilitó a toda la sociedad a hablar de él como un genocida. A lo largo de estos años, uno a uno fueron llegando otros procesos judiciales que condenaron los crímenes de lesa humanidad cometidos después del golpe de Estado de 1976. Los secuestros, las torturas, las desapariciones forzadas, los asesinatos cometidos por los miembros de las Fuerzas Armadas antes de esa fecha seguían siendo una deuda pendiente. Para muchos parecía que no llegaría nunca el momento en que la Justicia reconociera que en Tucumán el terrorismo de Estado había empezado ya en 1975.

Decir hoy que “lo imposible solo tarda un poco más” dejó de ser una expresión de deseo y se convirtió en una certeza. Hace 16 meses empezaba el debate oral y público que juzga los delitos de lesa humanidad cometidos hace más de 40 años. 16 meses en los se escucharon los relatos más descarnados de casi 400 testigos. Un proceso judicial que lleva años de investigación y reconstrucción de una historia que atraviesa a todos los tucumanos. Un proceso judicial que culminará este viernes 15 de septiembre cuando 17 imputados reciban el veredicto del tribunal por los delitos cometidos contra 266 víctimas. “Yo voy a la sentencia” fue la consigna del festival del sábado pasado. Consigna que prevalece porque ante tanta lucha, tanta búsqueda de justicia, tanto trabajo militante, solo queda estar presentes el día del veredicto para acompañar y abrazar y abrazarse más allá de las condenas.

El festival del sábado cumplió su cometido y una multitud sabe que la nueva cita es este viernes desde las 14 horas en la esquina de Crisóstomo Álvarez y Chacabuco. Los artistas que pasaron aportaron a ese objetivo de manera solidaria y comprometida. Llenaron de alegría y color cada minuto de un sábado de fiesta y militancia. Resistieron a la lluvia todo lo que pudieron y la gente agradecía esa resistencia bailando, cantando y aplaudiendo. Cuando la lluvia no dio tregua y hubo que levantar los equipos y las tres bandas que quedaban por tocar tuvieron que resignar su actuación, el ambiente de fiesta continuaba. Ya eran casi las 22 y bajo la lluvia nadie se movía. De a poco se fue vaciando el piletón del parque Avellaneda y aquí quedaron algunas imágenes de una tarde en que la alegría —esa que se defiende como una trinchera, como dijera Benedetti— le ganó a todo.

Operativo Independencia | Festival #YoVoyALaSentencia

Fotografías de Ignacio López Isasmendi (clic para agrandar)