En el Pozo de Vargas se realizó, este lunes 11, un acto homenaje por el Día Internacional de los Derechos Humanos en el marco del día de la restauración de la democracia. La actividad organizada por la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia, contó con la presencia de organismos de Derechos Humanos, militantes, sobrevivientes y familiares de víctimas del terrorismo de Estado. También estuvieron presentes autoridades provinciales, municipales y de la Universidad Nacional de Tucumán.

“Argentina, ha dado al mundo un ejemplo acabado de cómo la sociedad democrática debe responder a los crímenes del terrorismo de Estado perpetrado por la última dictadura”, señaló el secretario de Justicia y Derechos Humanos, Mario Racedo. El flamante secretario, además, remarcó que la cantidad de condenas judiciales a los genocidas se hizo posible gracias a que el Estado supo recoger la prédica de los valores universales de estos derechos y el aporte de la lucha incansable de los organismos, que durante más de 40 años, sostuvieron el reclamo de memoria, verdad y justicia.

Entre los asistentes, se destacó que es la primera vez que en el Pozo de Vargas se hizo presente un vicegobernador. “Me comprometo a que, a partir de 2024, los estudiantes tucumanos visiten este lugar. Para que sepan lo que nos ha costado conseguir esta democracia. Que una vez al mes, un grupo de estudiantes tengan una jornada aquí, convivan y se les pueda transmitir algo de todo lo que ocurrió”, dijo el vicegobernador Miguel Acevedo. La iniciativa recibió la aprobación de los presentes que no dudaron en advertir la importancia de que las y los estudiantes de la provincia conozcan de primera mano la historia reciente.

“No sabía que no había venido antes un vicegobernador, no importa, el compromiso es de hoy para adelante, para que podamos defender la democracia porque se vienen momentos difíciles, pero nunca nos han tocado fáciles”, señaló el vicegobernador al remarcar la promesa realizada. “Tenemos que hacer acciones concretas para que esto, realmente, sea nunca más”, remató.

Por su parte, la intendenta de Tafí Viejo, Alejandra Rodríguez, sostuvo que su gestión está comprometida a seguir defendiendo las políticas de derechos humanos, la memoria, la verdad y la justicia. “En este lugar tan emblemático para los argentinos, los tucumanos y sobre todo para los taficeños, donde ya tenemos muestra que en este pozo fueron arrojadas 149 personas”, dijo Rodríguez dejando claro que no hay lugar para los discursos negacionistas.

Entre las autoridades presentes, estuvo la vicedecana Mercedes Leal que se comprometió a profundizar el trabajo de la pedagogía de la memoria. “Porque no queremos que nunca más exista el terrorismo de Estado en nuestro país”.

El pozo de Vargas: pruebas irrefutables

El Pozo de Vargas es la fosa de inhumación clandestina con mayor número de identificaciones de la Argentina. Ubicado en la ciudad de Tafí Viejo, en el límite con la capital tucumana, tiene una profundidad de 40 metros.

En un primer momento, el pozo se encontraba dentro de una finca privada que pertenecía a Antonio Vargas, y fue construido originalmente para proveer de agua a las antiguas locomotoras a vapor. Ya a fines de la década del 90, los testimonios que hablaban de que allí se había ocultado los cuerpos de personas que habían sido secuestradas y asesinadas durante Operativo Independencia y la dictadura militar.

A fines del 2001 inició el primer relevamiento de la zona, que luego continuó con la excavación a cargo de los equipos periciales locales del Grupo Interdisciplinario de Arqueología y Antropología de Tucumán (GIAAT) y el Colectivo de Antropología Memoria e Identidad de Tucumán (CAMIT) junto al Equipo Argentino de Antropología Forense. Después de dos décadas de trabajo, se logró recuperar restos óseos que corresponde a 149 personas, de las cuales 116 ya fueron identificados.

A principios de este año, el Juzgado Federal N° 2 anunció que la excavación del pozo de agua había concluido. Restan aún identificar 33 personas cuyos perfiles genéticos no coinciden con las muestras de sangre brindadas hasta el momento por familiares de desaparecidos y desaparecidas, por lo que se sigue instando a la población que tiene alguna duda sobre su identidad que se acerque a brindar las muestras correspondientes.