Exigen declarar en Tucumán la emergencia en salud mental y adicciones

Este jueves a las 18, en plaza Urquiza, se realiza una movilización por la emergencia en salud mental y adicciones. La actividad convocada por diferentes organizaciones sociales, barriales, gremiales y políticas busca visibilizar la profunda y creciente crisis que atraviesa el sistema sanitario y que afecta principalmente a los barrios populares. “Por ejemplo en el Caps (Centro de atención primaria de la salud) de La Costanera hace un año que  no hay médico, en Los Vásquez hace 2 años que cerraron la posta sanitaria, en Villa Angelina no hay cardiólogos ni psicólogos”, enumera Emilio Mustafá, psicólogo social y trabajador del Comedor de noche La Costanera

Mustafá explica que las distintas organizaciones sociales se vienen reuniendo desde febrero preocupados por la creciente demanda en salud en general y en salud mental en particular. A la falta de recursos y de profesionales en los Centros Asistenciales se suma el incremento de consumos problemáticos de sustancias psicoactivas. “Necesitamos que el Estado tome medidas y destine plata para resolver estos problemas”, dice el documento que comparten los organizadores. “Además el aumento de consumos de sustancias, no hay comunidades terapéuticas para mujeres”, señala el psicólogo y destaca que los problemas de consumo en mujeres es un tema muy invisibilizado.

Los organizadores de esta movilización explican que les resulta imprescindible la participación de la comunidad en el diseño de las políticas sociales estratégicas para abordar las problemáticas que la atraviesa. “Es una comunidad que se viene organizando, que conoce de cerca lo que ocurre y que tiene propuestas que deben ser escuchadas por el Estado”, advierte Mustafá.  

A continuación se comparte las principales exigencias que acercan desde las organizaciones que convocan:

Que vuelvan los profesionales a los CAPS y policlínicas: médicos generalistas, pediatras, psicólogas, psiquiatras, etc No puede ser que no tengamos profesionales para hacernos estudios en general y en particular respecto a las adicciones para posibles internaciones.

Creación de comunidades terapéuticas estatales para mujeres: en Tucumán no tenemos ni un solo dispositivo para nosotras y cuando estamos en situación de consumo, somos invisibilizadas socialmente. Sufrimos con mayor crudeza la violencia que ejercen los tranzas; muchas chicas tienen que pagar su deuda de consumo prostituyéndose, con peligros de contraer enfermedades, y violencia física, sumado a la discriminación de la familia o del barrio por no cuidar a los hijos, por “ser malas madres” ¡Necesitamos un abordaje integral para mujeres adictas!

Creación de Consejos consultivos comunitarios: en todos los niveles del Estado. Que se efectivice lo que dice la ley de Salud Mental para que las organizaciones que trabajan hace años en el territorio y tienen un conocimiento práctico de la situación de consumo puedan poner su conocimiento al servicio de la creación de políticas públicas para su abordaje integral.

Abordaje en niñeces: necesitamos dispositivos para las niñeces que empiezan su situación de consumo cada vez más temprano, incluso desde los 10 años. Este es un nuevo problema y nadie nos prepara para afrontarlo; las facultades tienen que involucrarse para ayudar a generar las formas de abordaje en estos casos.

Inserción socioeducativa y laboral para jóvenes que están en rehabilitación: no es fácil el proceso para llegar a la internación o rehabilitación pero cuando se logra y después se vuelve al barrio, las condiciones siguen siendo las mismas. Necesitamos programas para que, al volver a nuestros hogares, tengamos posibilidades laborales y educativas que permitan fortalecer los proyectos de vida.

Creación de espacios para desintoxicación en el sur tucumano:  para que no haya que estar viajando horas y horas hasta San Miguel y luego de vuelta, con los que implica en gastos, cuando muchas veces son casos de urgencia.

Asistencia en crisis: que las instituciones de salud (CAPS, policlínicas y hospitales) garanticen dispositivos que contemplen internaciones involuntarias ante situaciones de peligro de la persona adicta ya sea para sí misma o para terceros.