Las bibliotecas populares defienden su financiación

Más de 1500 bibliotecas populares de todo el país exigen que se mantenga el Fondo Especial para Bibliotecas Populares proveniente de los impuestos a los juegos de azar. Resulta que el proyecto de ley Ómnibus presentado por el gobierno nacional de Javier Milei propone su eliminación y, con ello, la desfinanciación de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP).

Estos espacios albergan actividad cultural y artística durante todo el año para diversas comunidades de todo el país. Los socios organizan las bibliotecas y la CONABIP acerca los libros, cursos, talleres, piezas audiovisuales, soportes para hacer inventarios, entre otros materiales esenciales.

Además, las bibliotecas populares son espacios que permiten a muchos chicos y adultos encontrarse para estudiar. Todas están preparadas para conectarse con wifi, cocinas y baños. “Nosotros sabemos que para las personas que viven alejadas de las urbes, el acceso a internet es importante”, dice Renata Barceló, de la Biblioteca Popular Tomás Godoy Cruz de Mendoza, en comunicación con el Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCo).

La ley 419 fue la que dio origen a la comisión y fue propuesta por Domingo Faustino Sarmiento en 1870. Sin embargo, no fue hasta 1986 que se creó este Fondo Especial bajo la ley 23.351 de Bibliotecas Populares. “Esos fondos del CONABIP no salen del presupuesto anual, sino que salen de un impuesto que se cobra a los juegos de azar”, explica Barceló. “Es decir, cuando alguien gana un premio, parte de los impuestos de ese dinero va para las bibliotecas populares”, agrega. Por ello, los bibliotecarios no se explican el porqué del recorte.