Día Mundial del Agua: estrés hídrico mundial y emergencia hídrica en Tucumán

Foto de Luis Tosta | Unsplash

El 22 de marzo se celebra el día mundial del agua, declarado por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) como medio para centrar la atención en la importancia del agua dulce, abogar por la gestión sostenible de estos recursos y tomar consciencia para hacer frente a la crisis hídrica mundial.

En agosto del año pasado un estudio del Instituto Mundial de Recursos, (WRI, por sus siglas en inglés), reveló que 25 países, que albergan a una cuarta parte de la población mundial, se enfrentan a un estrés hídrico extremadamente alto cada año, utilizando regularmente casi todo su suministro de agua disponible. Y al menos el 50% de la población mundial, alrededor de 4.000 millones de personas, vive en condiciones de alto estrés hídrico durante al menos un mes al año.

Según el WRI, el estrés hídrico es la relación entre la demanda de agua y la oferta renovable. Cuanto menor es la brecha entre la oferta y la demanda, más vulnerable es un lugar a la escasez de agua. 

¿Qué pasa en Tucumán?

El 7 de noviembre de 2023, la Dirección de Recursos Hídricos de la Provincia, a través de la Resolución 730, declaró la emergencia hídrica en todo el territorio tucumano. Tal decisión fué ratificada en febrero de este año por el Gobernador Osvaldo Jaldo, quién declaró el estado de Emergencia Hídrica y Social, en el decreto 402 publicado en el Boletín Oficial. 

Esto significa que por el déficit de agua dulce para consumo de la población, el servicio debe efectuarse de manera más controlada hasta que la situación climatológica se modifique. 

En ese sentido, el agro y la ganadería estarían siendo los más afectados, ya que la Ley 7.139, que acompaña como fundamento esta decisión, expresa que "nadie podrá utilizar el agua pública superficial ni subterránea para uso agrícola, ganadero e industrial".

Si bien, son numerosos los barrios del Gran San Miguel de Tucumán, Yerba Buena, Concepción, entre otros departamentos, los que padecen la escasez de agua, el reclamo más fuerte, por la cantidad de tiempo que lleva sin solución, es el de los vecinos del barrio Villa Alem, ubicado al sur de la ciudad capital, quienes reclaman que llevan más de 250 días sin agua y sin respuestas por parte de la empresa SAT (Sociedad Aguas del Tucumán), ni del municipio capitalino o el gobierno provincial. 

El año pasado, desde el Servicio de Producción de Sociedad Aguas del Tucumán, expusieron que San Miguel de Tucumán está abastecida un 50% por las plantas (El Cadillal y Muñecas) y por 80 perforaciones profundas, pero que estás últimas dependen de energía eléctrica y si hay cortes surgen inconvenientes porque utilizan bombas. También explicaron que la principal fuente de agua potable, planta El Cadillal, está garantizada, a pesar que el nivel del dique está por debajo del promedio anual de los últimos 25 años.

Sin una mejor gestión del agua, las estadísticas advierten que el crecimiento de la población, el desarrollo económico y el cambio climático están a punto de empeorar el estrés hídrico.