El 8 de diciembre de 2013, efectivos de la Policía de Tucumán se acuartelaron llevando a cabo una huelga que duró dos días. A causa de esto, en distintos puntos de la provincia quedaron zonas liberadas que dejaron como saldo una decena de muertos y cientos de heridos por la violencia y la psicosis que se generó en medio de saqueos a supermercados y comercios de barrios, en muchos casos alentados por la misma policía.

Por este hecho, el martes 5 de septiembre a las 8.30 de la mañana, en el edificio de Tribunales Fuero Penal (España 430), iniciará el juicio a 42 imputados por los delitos de: sedición agravada por ser miembros de la fuerza de seguridad y por ostentación de armas de fuego, incitación a la violencia colectiva contra la Policía, impedimento del normal funcionamiento de los transportes por tierra, privación ilegítima de la libertad y coacción agravada con el fin de obtener concesiones del Poder Ejecutivo, hurto calamitoso agravado y robo calamitoso agravado. A varios de ellos se les sumó además la acusación de incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Los fiscales a cargo de la investigación, Adriana Giannoni (ya jubilada) y Diego López Ávila (actualmente titular de la Unidad Fiscal de Robos) solicitaron que los más de 40 acusados enfrenten a un tribunal y señalaron como cabecillas a Diego Herrera, Pablo Pérez, Federico Castro, Eugenio Mamaní, Ángel Chaile (fallecido), Walter García, Miguel Toledo, Flavia Bedmar, Sergio Hogas, Néstor Salinas, Diego Urquiza y Luis Herrera. También pidieron que se sentara en el banquillo de los acusados el ex jefe de Policía Jorge Racedo, por no haber tomado las medidas para frenar la sedición. De los 47 imputados, cuatro fueron sobreseídos (dos fallecieron) y uno está prófugo.