Un nuevo aniversario de la noche del apagón y la impunidad biológica
/Año 1976. Ya había dado inicio la dictadura cívico y militar y el plan de exterminio estaba en pleno auge. Con metodologías, torturas y secuencias coordinadas, la represión se aplicó en todo el país. En Jujuy, un hecho sucedido en los pueblos de Libertador General San Martín, Calilegua y El Talar, es recordado como uno de los más oscuros: La Noche del Apagón. A pesar del título, se trató de varias madrugadas (desde el 20 al 27 de julio) en las que se realizaron cortes del suministro eléctrico para secuestrar y desaparecer personas.
Los primeros cortes de la luz fueron tomados como fallas en el servicio. Pero a la oscuridad le sobrevino el terror. Militantes, estudiantes, dirigentes y trabajadores sindicalizadxs eran perseguidos por las fuerzas militares. Con la complicidad de la empresa azucarera “Ledesma”, secuestraron durante aquellas noches a alrededor de 400 personas. Según se pudo reconocer en los posteriores juicios de lesa humanidad, el directorio de la firma había entregado listas a los militares con información sobre sus trabajadorxs para facilitar las detenciones, además de prestar las camionetas del ingenio para los traslados.
Los gritos, llantos y ruegos de piedad por parte de lxs familiares durante los secuestros forzados no alcanzaron para doblegar las intenciones de los represores. Una a una o agrupadas, las personas detenidas fueron trasladadas a distintos centros clandestinos, bajo tortura. Algunxs sobrevivientes pudieron testificar en los juicios de lesa humanidad sobre los padecimientos vividos, identificar a sus compañerxs de detención, y señalar a los responsables de aquellos procedimientos. Al día de hoy, todavía falta encontrar a 33 personas desaparecidas por esos hechos.
Para mantener viva la memoria y reivindicar los reclamos de justicia, agrupaciones y organismos de derechos humanos se congregaron en Calilegua, donde recordaron a lxs desaparecidxs. “Hoy, más que nunca, creemos fervientemente que las voces del pasado son ecos que debemos escuchar, nos enseñan, nos advierten y hoy nos invitan a cuestionar los silencios, a alzar la voz y mantener viva esa memoria que al día de hoy quiere ser acallada por los poderosos”, relataban Guada Fiscoseco y Flor Miño para H.I.J.O.S Jujuy.
Sin justicia
Carlos Pedro Blaquier, el empresario que estuvo al frente del Ingenio Ledesma durante décadas, fue acusado de prestar colaboración con las desapariciones y secuestros que sucedieron en la Noche del Apagón. En 2012 fue procesado por delitos de lesa humanidad, lo cual fue ratificado por la Cámara Federal de Salta, pero en 2015 la Cámara Federal de Casación Penal revocó el procesamiento por “falta de mérito”. Fue en 2021, seis años y medio después, que la Corte Suprema de Justicia resolvió que esta decisión había obstaculizado el juicio y revocó la resolución. Sin embargo, en abril de este año el Tribunal Oral Federal de Jujuy determinó que el empresario no será juzgado por los crímenes sucedidos durante la Noche del Apagón argumentando que, a sus 94 años, el acusado no se encuentra en condiciones de salud mental para afrontar un juicio. Esta decisión fue definida como una “jugada política macabra que marcha hacia la impunidad biológica”, por Eva Arroyo, militante de H.I.J.O.S. Jujuy. Por otra parte, el entonces administrador de la empresa, Alberto Lemos, sigue imputado en la causa.
A pesar del dolor, el trabajo y la construcción de la Memoria, Verdad y Justicia es incesante. Los diferentes colectivos siguen levantando sus banderas con consignas de resistencia y lucha. “Es nuestro deber ser el germen de la memoria, ocupar estos espacios, llenar los silencios con verdad, completar los vacíos con justicia. La memoria nos habla, hay que escucharla y mantenerla latente en el corazón porque hoy es nuestra más valiosa herramienta de lucha”, expresaban Guada Fiscoseco y Flor Miño para H.I.J.O.S Jujuy.