La oferta del gobierno nacional del 15% de aumento para el sector educativo es vista como una falta de respeto por parte de los trabajadores de la educación, teniendo en cuenta que el pedido de los gremios es de un 45% de incremento ante el grado de inflación que enfrenta el país. A esto se suma el poco presupuesto que las universidades reciben para infraestructura, materiales de trabajo, proyectos y necesidades de salubridad. "En esta lucha docente estamos pidiendo que haya una respuesta a la sentida demanda salarial de los docentes. Todo el mundo sabe los planteos que tenemos desde hace mucho tiempo sobre la apertura de las cuentas y sobre la transparencia", manifestó Ariel Osatinsky, Secretario General de la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán (ADIUNT), y dejó en claro que en la comunidad universitaria nadie conoce el destino que se le da a los fondos del presupuesto universitario.

En todo el país, docentes, estudiantes e investigadores marcharon para exigir salarios dignos. Durante la mañana del jueves los docentes y estudiantes de la Universidad Nacional de Tucumán concentraron frente al rectorado de la institución. Allí se realizaron manifestaciones artísticas, a cargo de estudiantes de la Facultad de Artes, y se leyeron comunicados del Sindicato Argentino de Docentes Particulares (SADOP) y de estudiantes de agrupaciones como PUL, CEPA y PTS. "Como estudiantes traemos la lucha por el presupuesto para la educación. La necesidad de boleto estudiantil y de comedores estudiantiles en todos los centros universitarios de la provincia", manifestó Andrea de la Corriente Estudiantil Popular y Antiimperialista (CEPA). "Acompañamos la lucha de los docentes por el aumento salarial porque entendemos la lucha como una defensa del conjunto de la educación pública. En las calles está la resistencia", dijo Ivana Lizarraga, de la Juventud del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS).

Este reclamo no es nuevo. La lucha por la dignidad salarial de la educación se sostiene desde hace unos años, al igual que el reclamo de la salud. Esto provoca que en la opinión pública se genere una naturalización del reclamo y una sordera injusta que permite que dos derechos básicos sean avasallados. La idea de "vaciamiento" de la universidad y de deserción surge de estos reclamos legítimos y genera que parte de la ciudadanía convierta a las víctimas en victimarios. "Me parece que ese discurso instalado en la sociedad hay que revertirlo. Aquí la verdadera causa del vaciamiento es el bajo presupuesto universitario. Se abrieron universidades nuevas y el presupuesto no se movió. Es decir que con el mismo presupuesto que teníamos una determinada cantidad de universidades ahora tenemos que funcionar con tres o cuatro más", explicó la profesora Ana Coviello, dejando en claro que son las políticas que van en contra de las universidades públicas y las malas condiciones de trabajo las que generan la deserción estudiantil y el vaciamiento de las instituciones educativas públicas.

Cuando se pregunta a los docentes el porqué de la movilización, todos coinciden en que la razón de fondo es la defensa de la educación pública. El fantasma de la década del noventa donde se amenazaba con la privatización de la universidad hace que muchos de los que fueron estudiantes en aquellos tiempos hoy se movilicen siendo docentes. "Cuando no hay un presupuesto digno para que la universidad se mantenga, lo que se está produciendo es la erosión de la universidad", manifestó el profesor Fabián Soberón.

El paro es la medida de fuerza que los docentes adoptaron desde hace un tiempo. Sin embargo, los educadores decidieron acompañarlo haciendo lo que mejor saben: enseñando. Por eso durante estas semanas se brindaron clases públicas en la calle, para visibilizar la situación y defender el derecho de todos. Así fue que los gremios de CONADU, CONADU Histórica, UDA, CTERA, FAGDUT y FEDUN se unieron a nivel nacional para hacerse escuchar ante tanta denigración.

Fotografías de Ignacio López Isasmendi.

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