La lucha sigue | Salta
/Salta la linda, la que aparece en todas las revistas como la provincia de los cerros y las empanadas; la del folclore, el paisaje colorido y su gente hospitalaria, en el trasfondo es también la Salta machista, feudal y, por sobre todo, la ultracatólica. Esta es la Salta de los femicidios, las desapariciones de mujeres jóvenes para trata y la provincia donde murieron dos turistas mujeres sin que se haya esclarecido hasta ahora lo sucedido.
El 8 de agosto las y los salteños salieron a la calle para gritar a viva voz que están a favor de la vida de las mujeres y del derecho que tienen a decidir por sus propios cuerpos, sin intromisión de la Iglesia ni del patriarcado. Grupos de hombres y mujeres autoconvocados se congregaron en la legislatura provincial para marchar y pedir que se hiciera ley la interrupción voluntaria del embarazo. A las 20 horas se llegó al pico más alto de concurrencia con más de 2000 personas manifestándose en la calle con pañuelos verdes, cantos y bailes.
A pesar del resultado, una luz verde al final del túnel reveló que existen personas que van cambiar el rumbo que ha tenido esta provincia a lo largo de generaciones. Este 8 de agosto quedó demostrado que en Salta hay una ola que promete arrasar con todos los obstáculos, que no se va a callar y que va a seguir luchando por más derechos para todos y todas, hasta que seamos una sociedad más justa, igualitaria y menos retrógrada.