Mejor que exista: unas palabras sobre "Argentina, 1985"

Foto de Amazon Studio

Me gustaron las actuaciones, la ambientación, la música y algunos momentos especiales en el guion.

Después, sí, hay una cuestión en donde el molde de Hollywood y la ficción desdibujan un tanto los hechos. Me refiero a esto de ensalzar antihéroes que se ganan un lugar en la historia en detrimento de los colectivos sociales y militantes que, en verdad, hicieron la historia y tuvieron un protagonismo mucho más activo que la pinceladita que se ve en la peli.

Los juicios que vinieron después, menos 'dosdemonistas', de todos lados del país y contra toda la estructura, costaron y siguen costando. Pero no caben en una peli única y épica y está bien también que así sea.

Está bien que exista una peli que cuente lo que cuenta esta, que parta de lo básico del terror -algo así como 'genocidio argentino for dummies'-, que muestre en todos lados adonde llegue que eso pasó y que unos pocos años después fue juzgado. Aunque no cuente los pormenores, ni las leyes de impunidad que vinieron después, ni los otros juicios. Una peli que pueda conmover hasta a una piedra, con escenas verdaderamente sensibles (como esa de la asistente jovencita y la zapatilla, que me estrujó el corazón), que cuente cómo recién terminada la pesadilla hubo la intención de hacerse cargo.

Seguimos juzgando genocidas, sabemos quién es quién, entendemos que la memoria, la verdad y la justicia son lo único sobre lo que podemos construir presente y futuro. Seguimos buscando nietxs apropiadxs. Seguimos encontrando restos y restituyendo identidades. Siguen las madres, las abuelas, los hijos, los colectivos de Derechos Humanos. Esa es la película que no cuentan las películas pero que está.

Esta peli "Argentina, 1985" es una para ver y aplaudir que existe y que, de paso, hace que alguien en cualquier lado del mundo se conmueva escuchando a Charly García.