Marcha por el derecho a cultivar y acceder al cannabis medicinal
/Foto; Marianela Jerez | La Palta
Este 15 de noviembre, a las 16:20 en plaza Yrigoyen, organizaciones, pacientes y familias se sumarán a una nueva edición de la Marcha Nacional de la Marihuana. Bajo las consignas de “no más presxs por cultivar” y “liberación de REPROCANN”, el objetivo principal es exigir el acceso seguro al cannabis medicinal y el fin de la criminalización del autocultivo en Tucumán. Además, la convocatoria vuelve a poner en el centro la urgencia de implementar de manera efectiva la Ley Nacional 27.350 de uso medicinal del cannabis y la Ley Provincial 9022.
“La ley existe, pero no nos cuida. Seguimos dependiendo de la buena voluntad policial o judicial. El miedo a que te allanen no te deja vivir en paz, aun cuando solo estás tratando de estar mejor”, decía Charbel González Saravia - paciente con hemofilia severa y usuario de cannabis medicinal- en diálogo con La Palta a propósito de lo que le tocó vivir durante un allanamiento a fines de 2023. Su testimonio se repite en decenas de casos donde la salud, más que un derecho, sigue siendo un terreno de disputa y deja a los usuarios enfrentando causas judiciales. Las historias de criminalización del consumo de cannabis medicinal dejan a la vista una manera de actuar de la policía tucumana, como lo fue en el caso de Leandro Bringas, detenido en marzo de 2024.
Valeria Pérez, integrante de Mujeres y Diversidades del Cannabis, explica que el autocultivo es parte del cuidado comunitario. “Cultivar no es un delito, es garantizar salud cuando el Estado llega tarde o no llega. Criminalizar a quienes cultivan es criminalizar el cuidado”, señala la mujer que además es fundadora de la Fundación Proteger TTVA. Desde ese lugar, la marcha invita a “alzarse por la libertad y el derecho a la salud”, tal como sostienen las organizaciones convocantes.
En la invitación a la marcha de este sábado se recomienda asistir con agua, además de carteles, remeras o fotos para acompañar los reclamos. En un escenario donde la estigmatización persiste, la movilización vuelve a abrir un espacio colectivo para visibilizar las luchas y reafirmar que el cuidado también es político.


