En el barrio San Cayetano vive Ana Reales, una mujer que en enero de 2017 perdió a su hijo a manos de la policía tucumana: Miguel Reyes Pérez. Ese dolor inenarrable lo convirtió en más fuerza y salió a la calle a exigir Justicia. En ese camino de búsqueda abrió las puertas de su casa y la convirtió un poco en la casa de las y los chicos del barrio. El lugar donde buscan refugio y algo caliente para comer. Fue a mediados de septiembre de 2018 que Anita decidió servir una merienda para un puñado de niñes. Eran diez, y un par de meses después fueron sesenta. Hoy son más de 120 las personas que asisten al merendero y comedor Reyes.

“Cuando veo a los chicos me acuerdo de mis hijos y de Reyes”, comentaba entonces, cuando recién empezaba con el Merendero Reyes. “Uno de los chicos me dijo ‘doña Ana, con el mate cocido que usted me da yo me voy a dormir’. Eso me partió el alma”. Con los años, y con el apoyo de quien quisiera acercar alguna donación, Ana fue consiguiendo algunas cositas para garantizar, además de la merienda, un plato de comida. Hoy el merendero y comedor Reyes es un espacio imprescindible.

En estos días, cuando falta poco para el Día de las Infancias, el comedor y merendero Reyes se prepara para homenajear a las y los chicos del barrio San Cayetano. Por esa razón, están recibiendo donaciones de juguetes, golosinas, leche, chocolate, azúcar y todo lo que pueda servir para festejar un día tan especial. También se puede aportar dinero a la cuenta de Ana Reales que será usado para el alquiler de juegos y otros gastos para la celebración.