"La causa de Cynthia no fue investigada porque hay dinero de por medio"

La familia de Cynthia Moreira concentró frente a los Tribunales Penales de Tucumán para exigir el avance y esclarecimiento de la causa. Apuntaron contra la investigación que lleva adelante la fiscal Mariana Rivadeneria al considerar falso el testimonio de Maia Amaya, amiga de Cynthia que se encontraba presente la noche del hecho. “Maia en su momento declaró que Cynthia había salido sola de su casa, diciendo que iba a una fiesta. Mientras que la policía recolectó testimonios que aseguran que las vieron juntas esa noche y madrugada. Es ahí donde Maia miente”, dice Laura Moreira, hermana de Cynthia. “Ese día ella andaba desesperada diciendo que la había dejado a Cynthia y que se la había llevado una camioneta. Ella sabe quién se llevó”, agrega.

Cynthia era una mujer trans que desapareció el 14 de febrero de 2018 y cuyo cuerpo fue encontrado mutilado y quemado dos semanas después. Hasta el momento el único imputado en la causa es Ramón Antonio “el gordo” Soria, quien vive a diez cuadras del lugar donde fue encontrado el cuerpo de Cynthia. “El imputado es parte del Clan Díaz, un clan narco de Villa Amalia. Ellos son los responsables del asesinato de mi hermana y queremos que la Justicia los investigue”, dice Laura y sostiene que Soria está amenazado.

Por otro lado, la familia exige que se investigue a Mariana “la polaca” Apa, nieta de la persona que encontró el cuerpo. “Ella es muy amiga de los Díaz y tenemos fotos que comprueban eso. Si la policía en su momento hizo la investigación y demostró que el ingreso a la casa no fue forzado, quién puede haber facilitado la llave para entrar ahí más que la nieta del dueño”, reflexiona la hermana de Cynthia. Respecto a esto, la familia apunta contra el fiscal Arnoldo Suasnábar, quien manejó la causa en un comienzo y no llamó a declarar a Mariana “la polaca” Apa. “Pedimos que no se haga la vista gorda. Sabemos que los Díaz están haciendo política y la causa de Cynthia no fue investigada porque hay dinero de por medio. Vivimos en una impunidad bárbara”, concluye Laura Moreira.

Fotografías de Mariela de Haro