El "after" de la violencia

La violencia es cosa de todos los días, se vive en la calle, en la cancha y hasta en la propia casa. ¿Qué se hace en casos de violencia? Muchos dirían que hay que llamar a la policía, pero otros tantos ya no confían en las fuerzas de seguridad pública. La policía, "los guardianes de las calles", muchas veces resultan una solución poco confiable. El día 15 de abril, pasadas las 4 de la madrugada, un grupo de policías junto a funcionarios del IPLA ingresaron a un domicilio donde se estaba realizando una fiesta privada. Según relataron algunas de las personas que asistieron a dicha fiesta, hubo maltratos, golpes y detenciones ilegales. La versión de la policía es distinta pero no se condice con los relatos de más de una docena de personas que vivieron momentos tensos en el pasaje Díaz Vélez al 500.

La ley de las 4 AM, motivo por el cual se producen estos desalojos muchas veces violentos, es una normativa que establece que todos los lugares bailables deben cerrar sus puertas a las 4 de la mañana. Este decreto de necesidad y urgencia (DNU) surgió en el año 2006 como una "solución" al problema de la inseguridad y también al de la presión social que se ejercía sobre el gobierno en ese momento, después de que Paulina Lebbos fuera secuestrada y asesinada luego de salir de un boliche en la zona del Abasto. Esta normativa, que abunda en contradicciones y abuso de poder, se estableció sin más y se esconde bajo un velo bastante oscuro que intenta disfrazarse de seguridad para los jóvenes.

Pasaron seis años desde la muerte de Paulina, los responsables no salieron a la luz y la ley de las 4 AM causa más problemas, por no decir más violencia, y peor aún violencia por parte de la policía que a fuerza de golpes y prepotencia ingresa a los denominados "after" y los desaloja.

Por medio de Facebook se está realizando una convocatoria para que el domingo a la madrugada todos los que quieran protestar en contra de la ley de las 4 AM se congreguen en Plaza Independencia  para realizar un after masivo. Para más información se puede consultar aquí http://www.facebook.com/events/309299479139330/.

En la sociedad de la que formamos parte, el uniforme y un arma son sinónimos de poder, un poder que muchas veces va más allá de los límites. La policía nació como una herramienta de poder funcional a los altos mandos, una herramienta que pretende limitar las libertades individuales ¿en beneficio de la comunidad?

Marianella Triunfetti

mtriunfetti@colectivolapalta.com.ar