La música popular en Tafí Viejo

El ruido de los tambores se siente a lo lejos. Las personas caminan un tanto apresuradas como yendo tarde a una cita.  Algo esta ocurriendo en el centro de la ciudad pero para mí es incierto.

Curiosamente seguí la música, compuesta por melodías alegres, acompañadas por palmas y un aroma a algodón de azúcar propio de una feria.  Al llegar al lugar una multitud de taficeños recrea un verdadero encuentro popular.

Frente a la “Fuente del Duende”, una de las atracciones más importantes de Tafí Viejo, hay una gran cantidad de niños y jóvenes con impecables instrumentos. Se trata de la orquesta Rolando “Chivo” Valladares, dirigida por Rony López, miembro del centro popular Mate Cocido. La agrupación instrumental ha llegado a la ciudad para revivir mediante su música las raíces de Latinoamérica. Al son del candombe, la zamba y la chacarera los vecinos bailan, al principio un poco avergonzados, pero con la alegría propia de un pueblo.

El concierto continúa y la fiesta convoca a más personas. La plaza principal de la ciudad del limón se convierte en el escenario de los jóvenes artistas, provenientes del Barrio ATE de San Miguel de Tucumán. Allí fue donde nació tres años atrás el ensamble musical, compuesto por 50 instrumentistas entre 7 y 17 años.

Al llegar la noche acompañada por la melodía de “Luna Tucumana”, la plaza se ilumina y, como algo mágico, la fuente brilla de colores. Los niños deciden hacer un descanso antes de la despedida pero aún así la música continúa en el lugar. La fuente, impulsada por un pequeño hombrecito, comienza a girar creando una suave armonía de campañas y agua.  Los niños de la ciudad, un tanto embobados, miran curiosamente a un sapo que abre y cierra la boca esperando las monedas de los visitantes.

Aprovechando la pausa me acerco a conversar con el director de la orquesta. En un breve cruce de palabras me presento ante él y las preguntas surgen, no sin antes felicitarlo por la excelente presentación. Él me cuenta que el grupo musical nació formalmente hace tres años, pero que el trabajo con chicos se inició desde el primer día que surgió Mate Cocido. Su comienzo fue un tanto difícil ya que no tenían todos los instrumentos que requerían. Aún así supieron hacer los esfuerzos necesarios y lograr que cada chico aprenda a tocar un instrumento, por supuesto el que a ellos les guste.

El concierto retoma su rumbo y la despedida se acerca. El tema elegido para finalizar es “Los chicos del barrio”, una pieza que cuenta la historia de ellos, la que cada día viven en uno de los barrios vulnerables de Tucumán.

El aplauso de la gente despide a la orquesta. Federico Escobar, un integrante del grupo, agradece a los presentes e incita a los taficeños a armar un proyecto parecido en la ciudad para despertar en todos los niños ese talento que tienen y hacer florecer la cuna de poetas y artesanos que es Tafí Viejo. También invita a los vecinos a acompañarlos en cada presentación que realizarán en las diversas localidades tucumanas.

Los músicos comienzan a marcharse mientras la gente realiza las últimas compras y los padres buscan a sus hijos. En un instante el lugar queda despoblado. Las huellas de la multitud aún están intactas. Lo único que queda en movimiento es el pequeño hombrecito que cada noche ilumina y musicaliza la plaza principal de la ciudad.

Exequiel Reinoso

ereinoso@ colectivolapalta.com.ar