Patriotismo berreta

El deporte, sobre todo el fútbol, es el ámbito donde el argentino se encuentra con su patriotismo. Viste con orgullo la camiseta celeste y blanca, con una comodidad que no siente a la hora de ponerse un pequeño retazo de tela sobre el pecho dos veces al año. Frente al televisor o en una tribuna, canta desquiciado el himno nacional, con una pasión que sorprendería a la maestra de música de la infancia. Se toma a pecho el "o juremos con gloria morir" y critica abiertamente a ese jugador que ni siquiera mueve la boca mientras la música de Blas Parera retumba en el estadio. También se olvida de ese detalle apenas ese mismo jugador pasa a categoría de crack después de meter un par de goles.

Ese patriotismo sostenido apenas con el alfiler de los resultados, muestra su peor cara cuando suena el himno ajeno. Este fin de semana, los chiflidos acompañaron a la canción patria de Ecuador, el rival de turno, como si esta picardía nos hiciera más temibles, más valientes. La triste realidad es que, simplemente, muestra la estupidez de las masas. Pero, a la hora de ser visitantes, ay de aquellos que se atrevan a contestar con la misma moneda. Exigir respeto cuando no se lo da es de una pequeñez, paradójicamente, mayúscula.

En pocas semanas comienzan los Juegos Olímpicos en Londres, oportunidad perfecta para reflotar ese sentimiento teñido de patria y saltar, como no saltan los ingleses. Es el momento de alentar por alentar, contar medallas e insultar a ese pobre deportista cuyo nombre se ignoraba hasta pocos días antes, solo porque no corrió, peleó o nadó como el patriotismo berreta demanda. Después vendrá el olvido, porque sin una medalla de por medio quién presta atención a esos deportes no tradicionales, a esos que no tienen sponsors ni un segmento fijo en la tele para todos.

De tanto en tanto, alguien da una lección de sobriedad en este tema. El año pasado, Serbia recibió al equipo argentino de Copa Davis con un regalo impagable. Para emocionarse en serio, con o sin camiseta, más allá del deporte.


Cecilia Morán

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