Peligro: deforestación

Imagen de Danilo Rizzuti / FreeDigitalPhotos.net

Algunos podrán decir que vivimos en el mejor país del mundo, en el sentido de que las catástrofes naturales tales como terremotos o tsunamis no ocurren en estas tierras. Sin embargo, los argentinos padecen en diferentes provincias los efectos de las inundaciones provocadas por los cambios climáticos que produce el hombre. Estas semanas las catástrofes ocurrieron en ciudades reconocidas del país, con vidas perdidas y millones de pesos arrasados por las fuertes corrientes; pero esto ocurre más seguido de lo pensado en todo el territorio. Son muchos los factores que intervienen a la hora de producirse inundaciones, pero todos vienen de la acción del hombre en el planeta. “Hay una gran relación entre deforestación, falta de cobertura vegetal e inundaciones, aunque también debemos hablar de aluviones de barro y piedra que se dan en Tucumán, al tener cerros, zonas montañosas y llanuras hacia el este. La gran deforestación realizada en Tucumán, llevada cabo desde hace muchos años no paró nunca, es así que en el caso de Tafí Viejo o Yerba Buena, la deforestación, extracción de árboles con maderas buenas como el cedro, cebil o la tipa, entre otras, para uso en mueblería o construcción de viviendas, y de este modo se remplazó la selva para poner monocultivos de caña de azúcar o citrus primero y ahora algo de soja, incluso la gran deforestación actual se está dando por la construcción de barrios privados y Countrys”, explica Freddy Carbonel, miembro de Pro Eco, respecto a la negligencia del hombre.

Es claro que el factor económico influye en el golpe ambiental que realiza el hombre. Son pocos los sectores que prevén los efectos. Empresarios y gobernantes  buscan hacer negocios a cuesta de la destrucción de la tierra, tales como el mega emprendimiento inmobiliario "Casonas del Corte" que impulsa la construcción de tres edificios en la zona de la rotonda que va hacia Horco Molle, promovido por la misma municipalidad de Yerba Buena, lo que provocaría una gran deforestación de la vegetación de la zona.

La naturaleza misma y el cambio climático producido por el hombre requieren de acciones inmediatas a seguir por parte del Estado y de todos los miembros de una comunidad quienes, además de contribuir a la causa, funcionen como vigilantes y reguladores de los avasallamientos de algunos grupos que, a cambio de dinero, dejan de lado la vida vegetal y con ella la del hombre.

Sin duda alguna la naturaleza está pagando fuerte. Es el momento de actuar sin esperar a que las consecuencias sean profundas y difíciles de sanar. Pese a que existen grupos ambientalistas, sin la participación de todos, que apoyen desde pequeños gestos, la problemática ambiental continuará y con el paso de los años lamentaremos cada vez que una tormenta caiga sobre la ciudad.

Delfina Campero

dcampero@colectivolapalta.com.ar