Pedro Raúl Sánchez está y estará presente

Todo es una incierta convocatoria al delirio 
Como un gran conciliábulo
Que aproxima territorios a la nada y sucumbe. 
Telaraña sutil y bravía. 
Están abiertas las instancias a los sueños 
Lluvia ácida que moja las mortajas del invierno. 
Y la tristeza agota los instantes
Ya no existen las sombras que guiaron los pasos al abismo. 
Y hay brumas que rescatan del vértigo la soledad tardía de palabras, 
Sin eco y sin tiempo

Pedro Raúl Sánchez

Fotografía de Exequiel | Colectivo La Palta


Pedro Raúl Sánchez es un hombre sencillo, de media estatura y voz suave. Nació en octubre de 1951, es arquitecto pero, ante todo, un reconocido poeta tucumano. A pesar de que sus manos dejaron de escribir en diciembre de 2012, cuando falleció, hablar de él en pasado es imposible. Pedro aún está y estará presente. 

Su amigo y escritor, Carlos Civili Mir, lo define como un niño. Para él, Pedro es eso: “Un niño porque no tenía maldad, nunca lo escuché hablar mal de nadie, dispuesto a ayudar. Todo lo que representa esta palabra”. Carlos también se niega a hablar en pasado de su amigo porque eso significaría que él dejó de existir. Pero “él está en cada poema que nos abraza. Por eso, diría que Pedro es un poeta con toda la tinta sangre de sus venas. Porque para llamarse poeta no es suficiente con escribir poesía. La poesía debe circular en la sangre como la savia en el tronco y cada rama del árbol, hasta llegar a la hoja y dar sombra fresca al caminante. La poesía, para ser tal, debe salir de la raíces, de la profundidad del hombre tierra, recorrer las arterias, purificarse, afinarse mientras se eleva hasta la hoja papel”.

Pedro nació en Tafí Viejo, ciudad que fecundó cada uno de sus trabajos, entre los que se destacan “Desde el asombro”, “Cosmos Inagotables” y “Tiempo Heredado”. Más allá de que él sea un ícono de la cultura poética taficeña, su labor trascendió varios límites. Gracias a su trabajo y constancia, logró que Tafí Viejo tenga su Casa de la Cultura, edificio que aún se conserva. También, si prolongamos su curriculum, hay que destacar que fue presidente, en Tucumán, de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE). 

Se fue hace dos años y hoy está más presente. Y no solo por su trabajo, sino porque sus amigos, Carlos y Elsa Bockl, decidieron homenajearlo de una forma concreta. Con algo que perdure en el tiempo. A la palabras se las lleva el viento, pero un libro permanece inmóvil y conserva la esencia de su autor. Por eso, editaron una obra, El Poeta, que reúne a 20 poetas tucumanos y trabajos inéditos de Pedro. “En este libro hay 20 personas que hablan de Pedro, lo recuerdan. Cada artículo termina con un poema inédito de él, que forma parte del poemario “Vísperas Erradas” que dejó sin editar y, gracias a la colaboración de su hermano, Néstor Sánchez, 20 obras fueron tomadas para coronar el trabajo de sus amigos”, cuenta Carlos. 

Las obras que creó Pedro, hasta las que salieron a luz hace unos días, llevan su sello. Algunos le escriben a la mujer, otros a la naturaleza, los astros o la vida, pero él le escribe a la naturaleza humana, la ontología del hombre. “Para mí Pedro es una poeta ontológico”, sostiene Carlos. Y eso se puede confirmar al leer obras como “Aproximación” o “Tiempo heredado”.

Llegar a la edición de El Poeta es para Carlos y Elsa una gran satisfacción. Con el aporte de cada uno de los amigos de Pedro se logró imprimir un número reducido de ejemplares. Pero como dijeron, “teníamos que haberlo hecho en vida, cuando aún podía disfrutarlo. No sabemos ver ni valorar lo que tenemos cerca, en vez de alejarnos para apreciar mejor. La pérdida, la distancia y el tiempo endulza lo perdido”. Hoy un nuevo libro lleva la marca y la esencia del Poeta Pedro Raúl Sánchez. Un libro que, como él, perdura en el tiempo.