“Es difícil llamar la atención en este contexto: hay que estar activos y no relajarse”

Fotografía: prensa de Él Mató a un Policía Motorizado.

¿Cuál es el momento de relajarse para una banda?

¿Cuando el público y la crítica aclaman tu última producción, y los shows se hacen cada vez más masivos? Santiago Motorizado dirá: no.

¿Cuando las giras te llevan a nuevas ciudades y los períodos lejos de casa son cada vez más largos? El cantante insistirá: no.

¿Cuando Fito Páez te dice “vení, man, vamos a cantar algún tema tuyo”? Fuerte experiencia, pero tampoco.

¿Cuando te nominan a un Grammy (o a dos)? ¿Cuando una estrella pop española te convoca para producir su disco? ¿Cuando tu página de Wikipedia destina una sección a recoger los elogios de otros colegas? No, no y no.

El líder de Él Mató a un Policía Motorizado se admite vacío de respuestas cuando se le pregunta qué aconsejaría a un artista que quiera destacarse hoy, aunque llega a decir: “es difícil llamar la atención en este contexto. Hay mucha información todo el tiempo y una necesidad de ser creativo no sólo con tu obra sino también en cómo mostrarla y hacer que sobresalga entre el resto. Hay que estar atentos, activos y no relajarse”.

Entonces he ahí el secreto, al menos de esta banda. En el camino autónomo por el que andan desde hace 16 años, la satisfacción propia y el reconocimiento ajeno les han llegado por tener siempre a mano un próximo movimiento. Un ejemplo de esto está a la vista: podría pensarse que tras los recitales en Tucumán y en el estadio Malvinas Argentinas (Buenos Aires), la gira y el año terminan para Él Mató. Pero no: el 6 de diciembre estará disponible su nuevo disco, “La otra dimensión”, y más que cerrar ciclos, con él los abrirán.

Algo de esa nueva producción ya se pudo escuchar con “El perro”, el primer single de “La otra dimensión”. Sobre el resto del material, Santiago dice: “son canciones inéditas que fuimos acumulando en este tiempo y que queríamos mostrar; a algunas las grabamos durante las sesiones de ‘La Síntesis O’Konor’ -el anterior disco- en Sonic Ranch, Texas. Otras fueron apareciendo después, pero básicamente es una continuación de ‘La Síntesis’, se amplía el espectro”.

¿Cuáles son las búsquedas personales y grupales que llevan a la generación de material nuevo? “Está en todos lados, pero básicamente son las ganas de que exista una canción: una canción puntual, que tenga esto, que hable de lo otro. Quiero que exista y la tengo que hacer yo, algo así, de una forma resumida. Siempre estamos en la búsqueda, inquietos por lo nuevo, por desarrollar nuestro arte y todo lo que viene alrededor de eso”, responde.

En Tucumán ese arte se verá en vivo este sábado 30, cuando la banda platense vuelva a la provincia después de dos años con un show en La Usina (avenida Sarmiento 1.125).

 

Entrega total

Uno de los sellos de El Mató es su condición de banda autónoma. ¿Qué funciona y qué no en un camino autogestivo? Santiago lo reduce a los términos más simples posibles: “lo que se necesita es mucho amor al proyecto, entrega total, y lo que no se necesita son cuestiones personalistas, el individualismo es un palo en la rueda”.

Hay otras cuestiones, aunque no planificadas, que Él Mató ha ido descubriendo que también sirven. Por ejemplo, no tener expectativas muy exigentes en un ámbito tan irregular como lo es el arte. “(Al principio) eso nos salía naturalmente porque éramos un grupo de amigos que queríamos hacer música: nunca hubo una expectativa de éxito. Sí la ambición de que a estas canciones las escucharan otros. Cuando uno hace canciones lo más importante es eso, todo lo demás viene después y no se puede controlar; obviamente que todos queremos que venga un montón de gente, ganar dinero y que hablen bien de tu obra, pero a veces pareciera que se corre el foco”.

Y si de ocupar lugares se trata, Santiago elogiará también la ley de cupo femenino en festivales, recientemente aprobada. “Todos esperamos que la curaduría de los festivales no esté basada en el género. Pero vivimos en un mundo machista, con una estructura de muchos años, y la única forma de sacudir eso es con leyes, con el Ejecutivo y el Legislativo poniéndonos las reglas del juego. Eso va a fomentar que los programadores estén más despiertos a las manifestaciones artísticas de las mujeres, de bandas mixtas, de disidencias. Y esas bandas están, no es que ahora hay que inventarlas. Ya están y es importante que tengan su espacio”.

En el show en Tucumán acompañarán a Él Mató una diversidad de artistas locales: las bandas Santos sin remera, Alem y Estación Experimental, y luego, para continuar la fiesta, las DJs Cazzu y Caro Zamora.

¿Y hasta entonces qué? ¿Pasearán por la ciudad, comerán empanadas? “A veces en las giras estamos con más energía y somos de recorrer mucho, pedimos que alguien nos haga de guía para probar comidas, bebidas, lo que sea. Pero a final del año estamos muy cansados y si el hotel es bueno nos quedamos ahí, descansando -dice Santiago-. Es algo que también disfruto: el descanso, no hacer nada después de estar siempre muy atareado”.

Ese sí es, por fin, el momento de relajarse.