Donar órganos, una cuestión ética

“Hay 7000 personas esperando un trasplante y 300.000 potenciales donantes y hay algo que no funciona en el medio y que genera un montón de corrupción”, dijo Javier Milei, el candidato a presidente por el partido La Libertad Avanza (LLA). La afirmación fue un intento por explicar su propuesta de abrir el mercado para la venta de órganos en caso de que resultara electo. Ante esto, ¿cuál es la realidad en Argentina respecto a esta temática?

Para empezar, es fundamental aclarar que en el país la donación de órganos se rige por principios éticos y legales. Si bien actualmente hay 7,142 personas en la lista de espera para recibir un trasplante que podría salvar sus vidas, abrir el mercado para la compra y venta coloca a la sociedad en un escenario muy peligroso. “El comercio de órganos se encuentra expresamente prohibido y sancionado por la legislación vigente, ley 24.193”, expresa el documento sobre la ética de la no comercialización de órganos del comité de bioética del Incucai (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante). Y esto es así porque el cuerpo no es una mercancía y está sujeto a ciertas limitaciones que no son extensibles a otros objetos.

Donación de órganos en números

De acuerdo a los datos de la Central de Reportes y Estadísticas (CRESI), este año, Argentina ha registrado una tasa de donantes de 14.73 por cada millón de habitantes. En el mismo período, 687 personas han tomado la decisión de donar sus órganos, ofreciendo una oportunidad de vida a aquellos que la necesitan desesperadamente.

Durante el transcurso del año 2023, se han llevado a cabo 1,532 trasplantes en Argentina. Estos procedimientos han permitido que muchas personas tengan una segunda oportunidad en la vida gracias a la generosidad de quienes donan sus órganos.

Cabe mencionar que en este país se considera donante a toda persona mayor de 18 años que haya manifestado su voluntad afirmativa o que no haya dejado constancia expresa de su oposición.

El procedimiento de donación de órganos comienza cuando se detecta un posible donante en el área de cuidados intensivos de un hospital. El médico encargado inicia el proceso y se comunica con el Organismo Jurisdiccional de su provincia o con el Incucai para coordinar los pasos a seguir. La certificación de la muerte se realiza utilizando criterios neurológicos, lo que solo es posible cuando los pacientes fallecen en unidades de terapia intensiva y el resto de las funciones del cuerpo se pueden sostener artificialmente.

Tras diagnosticar la muerte, se llevan a cabo cuidados intensivos destinados a mantener la oxigenación de los órganos para garantizar su viabilidad. También se hacen estudios de laboratorio para determinar qué órganos son viables para trasplante y garantizar la ausencia de enfermedades infectocontagiosas.

En el caso de menores de dieciocho años, la autorización de la donación debe ser efectuada por ambos progenitores, por aquel que esté presente, o por su representante legal.

Para la búsqueda de receptores se considera las características biológicas y el grupo sanguíneo del donante, el grado de urgencia de los receptores, la compatibilidad biológica entre donante y receptor, y la antigüedad en la lista de espera, entre otros parámetros.

La asignación y ablación se lleva a cabo cuando los órganos son asignados a los centros de trasplante, y se prepara a los pacientes para la intervención quirúrgica. Simultáneamente, en el hospital donde se encuentra el donante, se inicia la ablación, que consiste en la extracción de los órganos. Después de la ablación, el cuerpo de la persona fallecida es entregado a la familia sin alterar su apariencia.

Los órganos y tejidos se trasladan con equipos especiales que garantizan su total asepsia. El tiempo de conservación hasta el implante puede variar de 4 a 36 horas, dependiendo del órgano a trasplantar.

Finalmente, los equipos médicos de los centros de trasplante implantan los órganos en los receptores en una intervención quirúrgica que puede durar entre dos y diez horas. La donación de órganos es un acto de generosidad que salva vidas y brinda esperanza a quienes lo necesitan.

Cómo expresar la voluntad de donar órganos

  • Firmando un acta en todas las filiales del INCUCAI.

  • Enviando un telegrama de forma gratuita en cualquier sucursal del Correo Argentino.

  • A través de la aplicación de Mi Argentina, creando una cuenta y validando la identidad.

  • Al tramitar el DNI, solicitando la conformidad al iniciar el trámite.

Es importante destacar que la expresión de voluntad es personal e intransferible y se puede modificar en cualquier momento por los mismos medios.