Llevar las emociones a los extremos con el rock

Winona Riders vuelve a la provincia en el marco de su segunda gira por el norte argentino. La última vez que Winona Riders se presentó en suelo tucumano fue hace poco más de un año, con el Magic Music Box lleno, sembrando una semilla en los jóvenes que los vieron por primera vez y que descubrieron la energía en vivo de la banda.

Este año “los Winona”, como nombran a la banda algunos fanáticos, se presentaron en diferentes festivales nacionales y apostaron a seguir ampliando su gira a lo largo y ancho del país. De la mano de su último lanzamiento No hagas que me arrepienta (2024), el quinteto se sube a los escenarios y entona también algunos de sus éxitos con la actitud y desfachatez que lo caracteriza.

Ricardo Morales, Ricky, es uno de los guitarristas de la banda y cuenta cómo se están preparando tanto para este regreso al norte, como para el próximo lanzamiento discográfico en el que están trabajando. Con fechas en Salta, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero respectivamente, el quinteto promete la euforia del rock envolvente en los escenarios del NOA este fin de semana. 

No se trata de una banda más del under que consiguió conquistar al país: la presencia de los Winona en el escenario tiene la fuerza de los grandes. La energía con la que lideran el show no decae, solo se eleva y se multiplica. 

“Cada fecha tiene algo especial y tratamos siempre de que sea única para hasta nosotros poder diferenciarlas y llevarnos algo. Y al mismo tiempo nos sirve mucho para probar cosas distintas. Entonces, nada, en cada fecha aprendemos algo nuevo y probamos algo nuevo, sea musical o más sensorial por así decirlo” cuenta Ricky acerca del ritmo de los shows desde arriba del escenario. Y agrega: “Nos sirve mucho para ir cocinando el tema que tengamos ahí y después a la hora de grabar saber para dónde ir. Creo que para el resto de los chicos también es medio igual porque es todo medio prueba y error en las fechas en vivo.”

Hay algo en el rock 

El rock, como género musical, es mucho más que un par de guitarras, voces y una batería. Algunos grandes, como Paul, Charly o Mick, sostienen que el rock and roll es más bien parecido a un sentimiento, a las ganas de revolucionar. “Siempre que podemos nos tratamos de poner incómodos. Y creo que es el alma del rock, contradecirse, preguntarse, cuestionar si las cosas están yendo bien o están mal. Siempre hay algo para decir”, comenta Ricky. 

No tiene mayores dudas sobre la respuesta anterior, aunque se muestra dubitativo sobre lo que viene a continuación, como si no se hubiese permitido indagar antes sobre la pregunta: ¿Qué es lo que sostiene Winona como eje para seguir haciendo rock? ¿acaso podemos seguir hablando solo de rock o todas las formas de nombrar pequeños arreglos musicales, o incorporaciones de instrumentos hacen que sea algo más? La propuesta es incomodar, es buscar algo más, no hay respuestas únicas ni acertadas.

 “Nos sale de una manera natural, por suerte, eso de cuestionar y contradecirse a uno mismo. Donde uno dice algo una semana y a las otras dos, por vivencias o por lo que sea, se termina cambiando de opinión, eso como que son las reglas de Winona, poder cuestionarnos a nosotros mismos siempre. Es como lo que te mantiene a flote y vivo.” 

Entregarse, animarse y escapar 

En esta tercera entrega discográfica, Winona Riders apostó a un disco de poco más de una hora de duración, algo que se vuelve cada vez menos frecuente. Hacer canciones de más de tres minutos y discos más largos de 40 minutos, más que un desafío, parece haberse convertido en una máxima a evitar. 

Sin embargo, la banda se entrega a lo que el sentimiento de la música pide. Ricky cuenta que se dejan llevar a “lo que pide cada canción”, sin lineamientos ni tiempos límites para cada una. Además, cuenta: “Cuando estamos de gira y tocando en vivo, las canciones empiezan a madurar, empiezan a tener otro tipo de atmósfera que la que mostramos en el disco. En el disco es como que están prematuras ¿Viste? Es como la idea más pura de las canciones con esa intención. Entonces vamos alterando un poco la intención de los temas, van mutando y van teniendo otra dirección y hasta otro sonido.”

Huir de las fórmulas, superar los dos minutos y medio también se vuelve un objetivo a la hora de hacer rock en una era en la que hay tanto hostigamiento virtual y tanta vorágine vital, dice el guitarrista. “En estos tiempos, hay que estar juntos y creo que la música termina siendo parte de una comunión linda en donde se alejan los males del día a día” concluye Ricky. 

Las palabras “energía” y “euforia” son una perfecta síntesis de los shows de Winona Riders. El sábado 12 de julio a las 22, el Teatro Puerto Libertad (Las Piedras 1850), será testigo de ello. Con una apertura a cargo de las bandas locales Brahmans y Sipeganboys, las entradas ya están disponibles en NorteTicket.