Anaqueles para la Memoria

Tucumán es una de las provincias que tiene más grabada a fuego esa década, la de los 70. La militancia, la lucha armada, el Operativo Independencia, esa especie de preludio nefasto del terror, y la violenta represión son parte de nuestra historia colectiva. Los hombres y mujeres que andaban las calles escribiendo poemas y pintando banderas, son la Historia con lupa, los detalles que completan el cuadro de aquel Tucumán revuelto.

Las distintas publicaciones al respecto, como libros, artículos, archivos periodísticos, y material audiovisual, han tenido más o menos difusión a lo largo de estos años y han integrado bibliotecas personales o de instituciones y organismos de Derechos Humanos. Este año se inaugurará en el Museo de la Universidad Nacional de Tucumán (MUNT) la primera biblioteca de acceso público especializada en esta temática.  Se trata de una iniciativa del LIGIAAT, grupo de arqueólogos y antropólogos tucumanos dedicados a la investigación forense que ha trabajado en el reconocimiento de restos en el campo de concentración de Arsenales y en la fosa común Pozo de Vargas, entre otros.

Constanza Cattaneo, arquéologa perteneciente a este grupo, cuenta: “Hace años existía el proyecto de inaugurar una biblioteca temática de acceso público, no tan sólo para estudiantes universitarios sino para todo público general, con todo lo que tenemos de aporte de lo que venimos trabajando ya hace 13 años dentro del grupo de investigación.” El contenido de la biblioteca incluye libros de arqueología histórico-forense, derechos humanos, teorías sociales e historia de los años 70, tanto a nivel provincial como nacional. “Hay desde folletería de los distintos Centros Clandestinos de Detención del país y los espacios de la memoria que han empezado a inaugurarse a lo largo de los últimos años, hasta todo lo que es ya bibliografía sobre el tema, archivos propios, compilaciones propias: trabajos nuestros y proyectos de archivo”, explica Constanza.

Su compañero Alfredo Calisaya agrega que el objetivo es también que la biblioteca pueda seguir creciendo, sin que se limite a material exclusivo de la provincia o del país (cuentan ya con publicaciones de equipos forenses de Perú y Colombia). “La idea es que se pueda ampliar esa recopilación y todos aquellos organismos que tengan publicaciones propias y que quieran donar para que forme parte de la biblioteca, puedan hacerlo. Que se amplíe hasta donde más se pueda”.

Biblioteca homenaje

En el año 76, Julio César Campopiano fue secuestrado y llevado al centro de detención conocido como el Arsenal Miguel de Azcuénaga, donde fue torturado y dejado morir de tétanos.

Siendo tan joven, que es como ser inquieto por excelencia, y además poeta, habrá sido probablemente un buen ratón de biblioteca. La que se inaugurará el próximo jueves llevará su nombre, en homenaje a él y a su madre, intensa luchadora por la Verdad y la Justicia. “A la hora de elegir, hubo una serie de nombres que surgían. Además de toda su obra como poeta y como escritor, (Julio César Campopiano) tiene todo un vínculo con la causa que nosotros trabajamos: una de las causas más importantes en donde hicimos peritajes es la causa Arsenales y mucho del armado de esa causa tiene que ver con una causa inicial que fue todo el trabajo que hizo su madre (Adelaida 'Pirucha' Carloni de Campopiano) durante años para armar y reconstruir lo que fue la historia del nefasto Centro clandestino de Arsenales”, dice Constanza.

Partir de un nombre propio para homenajear a muchos que en él están representados es una manera de integrar la Historia colectiva con las historias individuales que componen el complejo entramado de una época. Además de la Historia, con mayúsculas, el objetivo de la biblioteca es también lograr una reconstrucción más fina de las vidas de aquellos hombres que la protagonizaron: “Es recuperar a esa persona, no como un número más dentro de los desaparecidos o sólo un nombre o una foto, sino también recuperar su historia, como Campopiano poeta. Recuperar esos pequeños detalles, sus formas de ver la vida, sus fotos familiares, sus luchas. Una reconstrucción más integral” expresa Calisaya.

Un lugar a donde ir

Es importante generar un espacio en la provincia que sea referente de eso, que al menos recopile lo que es la historia reciente bastante trágica. Y no sólo recopilarla, analizarla, reflexionar sobre eso y que ese espacio tome su curso en ese sentido.
— Constanza Cattaneo

La sistematización de la amplia y variada bibliografía que existe sobre nuestra Historia más reciente se vuelve imprescindible en el proceso de recuperación de la Memoria y la Verdad. “A todos nos pasaba que todo el que quería leer un poco de Tucumán era por un libro de mano en mano, haciéndose la biblioteca propia, no había ningún lugar donde vos sabías que seguro algo ibas a encontrar de lo que buscabas”, rememora Cattaneo. A partir del próximo jueves habrá, por fin, un lugar a donde buscar. “Es importante generar un espacio en la provincia que sea referente de eso, que al menos recopile lo que es la historia reciente bastante trágica. Y no sólo recopilarla, analizarla, reflexionar sobre eso y que ese espacio tome su curso en ese sentido.”

Desde el LIGIAAT consideran que la apertura de la biblioteca constituirá un importante primer paso en la construcción de un espacio de conocimiento y reflexión, con miras a crecer y conquistar incluso otros ámbitos. “Sabemos que hay una inquietud de leer aún más, de conocer aún más. Nos gustaría que ese espacio de inquietud pueda atravesar la barrera estrictamente de la biblioteca y que empiece a ganar espacio dentro de lo académico, que empiecen a ser elementos de currícula, de planes de estudio, que no quede como algo aislado”, dice Constanza.

“Nos parecía importante y sobre todo en la Universidad, que pueda haber un espacio así para todos, estudiantes y público en general”, agrega Alfredo. “Como grupo que forma parte de la UNT, quizá eso nos de pie para seguir avanzando un poco para socializar la universidad y también para poder darnos a conocer en el ámbito de las escuelas, y que no quede sólo enclaustrado en lo que es la universidad”.

El próximo jueves 19 a las 18 horas la Biblioteca “Julio César Campopiano” abrirá por primera vez sus puertas en el primer piso del Museo de la Universidad (MUNT, San Martín 1545).  El evento consistirá en una charla inaugural de los miembros del equipo del LIGIAAT, seguida por una mesa de perspectivas a cargo de la socióloga Mercedes Vega Martínez y la doctora Inés Lugones, para finalizar con la presentación oficial de la biblioteca.