Un debate para la construcción

Fotografía cortesía de Contrapunto

Fotografía cortesía de Contrapunto

A veces sucede que situaciones o hechos concretos producen un quiebre, un cachetazo que hace que en la sociedad se empiece a hablar y discutir sobre tal o cual cuestión. El caso de María de los Ángeles Verón, Marita, fue uno de ellos. Una mujer que es secuestrada a plena luz del día con fines de explotación sexual. Aún hoy se la sigue buscando. Su madre, Susana Trimarco, fue quien puso en debate la problemática de la trata de personas, un delito del que poco y nada se conocía, o se pensaba que eso aquí no pasaba.

Doce años pasaron desde que Marita fue secuestrada. Durante este tiempo, el debate y el reclamo dieron lugar a acciones concretas. En el año 2008 se sancionó la ley 26.364 de prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a sus víctimas. En diciembre de 2012, después de la sentencia absolutoria de los 13 imputados en el caso Verón, se introdujeron reformas a esta ley, donde los puntos centrales fueron la eliminación de la figura del consentimiento en víctimas mayores de 18 años, la no excarcelabilidad de las penas y la creación de organismos que deben garantizar la asistencia de las víctimas de trata.

La semana pasada, Tucumán volvió a ser escenario de debates en torno a la trata de personas. En el Colegio de Abogados se realizó una mesa panel con el fin de abordar la reglamentación de la ley y la reforma del código penal a través del libro “Yo elijo contar mi historia” (1). De la mesa participaron Elena Moncada, autora del libro, y la abogada Alejandra Mángano de la Procuraduría de trata y explotación de personas, creada en abril de 2013, en el ámbito de la Procuraduría General de la Nación. El objeto de su creación es prestar asistencia a las fiscalías de todo el país en el trámite de las causas por hechos de secuestro extorsivo y trata de personas, además de asistir en el diseño de la política criminal del Ministerio Público con relación a estos delitos.

Consentimiento sí, consentimiento no

Uno de los ejes en los que se centró el debate fue que en el anteproyecto de reforma del Código Penal se distingue entre el consentimiento dado por las víctimas mayores y menores de edad. Esta distinción había quedado fuera de la normativa con la reforma de la Ley de Trata (2) de diciembre de 2012. Este fue uno de los reclamos más fuertes de las organizaciones que luchan contra la problemática, por considerar que la vulnerabilidad en la que se encuentran las víctimas es tan fuerte que no puede ser considerado como consentimiento de las situaciones que padecen. En la Cámara de Diputados aún se están discutiendo varias posiciones, una de las cuales es mantener la redacción actual de la norma.

“Este libro es sacarme mucho de encima, todo lo que no podía definir sobre mí. Ahora me doy cuenta que nunca pude elegir, desde ahí todo lo que hago lo hago porque lo siento”, cuenta Elena Moncada en las primeras páginas de su libro. La discusión sobre el consentimiento se hace mucho más compleja cuando se está frente a una situación de explotación, no solo sexual, sino también laboral, por ejemplo. Si se piensa en la explotación que viven muchos peones de campo y como la ‘consienten’ al seguir trabajando bajo esas condiciones se puede tener una idea de la complejidad a la que hay que enfrentarse. “Lo que no puede hacer el Estado es hacer un recorte de eso, que condicione su deber de investigar y sancionar ese delito”, decía Alejandra Mángano, quien además comentaba cómo el deber del investigador es evitar hacer ese recorte ficticio del asentimiento de una víctima de explotación. “Se puede investigar antes de sentar a una víctima a preguntarle si quería o no quería estar ahí. Se puede ver cuál es el porcentaje que piden los explotadores, investigar en términos económicos la organización”, explicaba, y con ello dejaba sentado la importancia de que la investigación del delito se centre en cuestiones económicas más objetivas para que el proceso sea más eficiente, serio y desprejuiciado.

El camino que queda por recorrer aún es largo, pero los avances y las reivindicaciones se siguen dando en un sistema que tiene muchos prejuicios y en un mundo donde se sigue pensando que una mujer es feliz siendo prostituta.


(1) http://www.colectivolapalta.com.ar/gnero/2014/7/16/elena-eligi-contar-su-historia

(2) La inicial Ley 26.364 se reforma quedando vigente la Ley de Trata N° 26.842.