Arte y lucha a un año del femicidio de Paola Tacacho

Fotografía de Ignacio López Isasmendi | La Palta

“Pasó un año. Un año en el que tuvimos que aprender a vivir con el dolor y con la ausencia de mi flaca”, dice Mariela Tacacho. Mariela habla pausado, con dulzura y con tristeza. Vive en Salta y desde allá sigue el reclamo de justicia por su hija, Paola Estefanía Tacacho. Paola tenía 32 años y murió a manos de Mauricio Parada Parejas el 30 de octubre del año pasado. “Á mi hija la mató su femicida, pero también la mató el Estado”, dice la mujer que este sábado estará en Tucumán acompañando la jornada en la que, a través de una serie de actividades, se exigirá justicia.

“La gente que está para salvar vidas no hizo su trabajo. No la escuchó. No les pareció que la vida de Paola importara. Le soltaron la mano y en nombre del Estado tucumano la abandonaron”, insiste Mariela al tiempo que recuerda las 13 denuncias que Paola había presentado a lo largo de los cinco años en los que fue acosada por su femicida. “Ella era muy prolija con todo, perseverante y luchadora, trabajadora y comprometida. Y con esa prolijidad que la caracterizaba dejó todas las pruebas de las violencias que vivió por parte de la justicia tucumana”, dice la mujer que sigue atenta el avance del juicio político contra el juez Francisco Pisa, acusado de falta de cumplimiento de los deberes de su cargo.

Pisa fue el juez que absolvió a Parada Parejas, en junio de 2017, en una causa por desobediencia judicial, la única que llegó a juicio. De esa sentencia se desprende que no tuvo en cuenta las otras denuncias realizadas por la joven que, hasta ese momento sufría, más de 3 años de acoso. Tampoco resultaron suficientes los testimonios que señalaban que el acusado la hostigaba e infringía las medidas de restricción de acercamiento. Las otras 13 causas fueron archivadas en instancias previas a la elevación a juicio. “Cómo es posible que a ninguno se le haya movido una fibra humana para proteger a mi hija?”, se pregunta Mariela

“Estamos en las instancias decisivas del juicio contra Pisa y eso nos da esperanzas de que haya algo de justicia”, dice Daniela Tacacho, prima de Paola que vive en Tucumán y se puso al hombro la organización de la Jornada de lucha y arte en homenaje a Paola.

“Las propuestas para el 30 de octubre consisten en una jornada que empieza a las 9 de la mañana con un mural en memoria de Paola en la esquina de Marcos Avellaneda y San Juan y finaliza con intervenciones artísticas a cargo de intérpretes musicales y poetas, porque queremos recordarla y homenajearla a través de la música y la poesía que ella tanto disfrutaba”, dice la joven mientras enumera las actividades y las presentaciones artísticas que se detallan en la página de Facebook Justicia por Paola Tacacho.

Daniela hoy tiene 21 años y siente que organizar una jornada como esta es la mejor manera de hacer el duelo tan postergado. “Ella vivió en mi casa cuando vino a estudiar a Tucumán, yo era chica y ella me cuidó muchas veces cuando mis padres no estaban. Mis recuerdos de ella son de una hermosa mujer que se superaba a sí misma día a día”, comenta.

“Este tiempo fue muy extraño. Siento que cada día no pasa nunca pero miro hacia atrás y ya pasó un año”, dice Mariela que asegura que no va a bajar los brazos como no lo hizo su hija. “A ella le negaron el acceso a la justicia que buscó los últimos cinco años de su vida. El Estado tucumano me quitó una hija y eso no puede quedar impune”, remata la mujer e invita a la comunidad tucumana a marchar y homenajear a Paola Tacacho.

Al cumplirse 1 año del femicidio de Paola, te invitamos a sumarte a una gran movilización para recordarla para gritar fuerte que no hemos olvidado lo que ocurrió ese día y que queremos justicia porque nos la deben. Se lo deben a Paola.

- El 30 de octubre a las 19 h, concentramos en calle San juan esquina Monteagudo y marcharemos hacia plaza Independencia. Donde se realizará un acto para rendirle homenaje a nuestra amada Paola.

- Acompañanos. No nos dejes solxs. Contamos con tu presencia

- Llevá una vela con frasco para poder iluminar.

Y lo más importante trae tus ganas de gritar:

¡Justicia por Paola!