Fútbol y violencia sexual: “Hay mucha resistencia a creer que la problemática existe”
/“Creo que Vélez hizo todo bien y rápido, sin dilaciones”, dice Mónica Santino al ser consultada sobre el posicionamiento que el club de fútbol Vélez Sarsfield tuvo al tomar conocimiento de las denuncias por abuso sexual contra cuatro de sus jugadores. Santino es exjugadora de fútbol, entrenadora, escritora y gran impulsora de este deporte, además, actualmente, colabora con el departamento de género de Vélez. “Creemos que es la mejor manera de proceder”, sostiene, al tiempo que aclara que no dará entrevistas y que toda la comunicación será a través de la página oficial del club.
Después de casi 12 horas de audiencia, ayer se formalizó la acusación por abuso sexual contra los cuatro jugadores de Vélez: Sebastián Sosa, José Florentín, Braian Cufré y Abiel Osorio. La jueza Eliana Gómez Moreira, decidió hacerle lugar al pedido de la fiscalía y otorgar arresto domiciliario en Tucumán a Cufré, Osorio y Florentín por el plazo de 90 días. De acuerdo a lo establecido por la magistrada, deberá ser en una vivienda y se le colocará una tobillera electrónica. El arquero de Vélez, acusado como partícipe secundario, fue puesto en libertad.
La denuncia se realizó el 6 de marzo, cuatro días después de ocurrido los hechos. Al día siguiente, un primer comunicado anunciaba que los integrantes del plantel habían sido separados de manera preventiva. “Lo mínimo que pudo haber hecho el club es tomar esa decisión y lo que sería justo en cualquier espacio laboral”, opinan Paula y Guadalupe, integrantes de MujeresCAT. La agrupación, explican, es pionera en el noroeste argentino en formar una subcomisión de socias e hinchas del Club Atlético Tucumán.
El lunes, la contundente decisión del club se conoció públicamente a través de un comunicado en su página web. “En virtud de los hechos de público conocimiento [...] el Club comunica que en el día de la fecha se resolvió la suspensión del contrato de trabajo de los cuatro jugadores”.
Cuidar a la víctima y los valores del club
Santino explicó a La Palta que las medidas que Vélez está tomando, incluso la de no dar entrevistas, son también para el cuidado de la denunciante. En ambos comunicados dejan en claro que se ponen a disposición de la Justicia y expresan su preocupación por los hechos denunciados, que “claramente son contrarios a los principios y valores de nuestra Institución”.
“No hay dudas en la celeridad de las primeras acciones. Podemos ver cómo este club pregona por cuidar y acompañar a la víctima en su denuncia y también por los valores de la misma Institución”, destacan las referentes de MujeresCAT. Las distancias con las decisiones de otros clubes, tanto nacionales como locales, se hacen evidentes. “Otros terminaron exponiendo a las denunciantes, ignorando las acusaciones a sus propios jugadores, sosteniendo intereses económicos”, señalan. Además, remarcan que se tomaron medidas que resultaron dolorosas. “Pusieron en duda las denuncias por violencia, fueron en contra de los espacios que se crearon para justamente atenderlas y dar un mensaje institucional aleccionador para prevenir, sancionar y erradicar la violencia”.
Con las medidas tomadas por la Comisión Directiva del ‘fortín’ (como se le dice a Vélez), para las integrantes de la subcomisión tucumana, los objetivos de la conformación de los departamentos de género en los clubes se están empezando a cumplir. Vélez fue la primera institución en conformar un departamento de género y de llevar adelante la realización de un protocolo de actuación ante estos casos. Incluso, tienen prevista la rescisión del contrato a través de una cláusula en ese mismo documento.
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Club Atlético Tucumán (o Atlético, como se lo conoce en la provincia) cuenta con un departamento de género desde 2020. “Se formó en un contexto en el cual todos los clubes de primera división empezaban a incorporar estos espacios para atender demandas y abordar problemáticas propias de una institución deportiva”, recuerdan Paula y Guadalupe. Ya un año antes, desde la subcomisión MujeresCAT habían realizado una presentación para que se conforme el departamento de género. La iniciativa fue bien recibida por parte de la Comisión Directiva.
Al año siguiente, se elaboró un protocolo de actuación propio del club. “Es una herramienta que establece objetivos, ámbitos de aplicación, las conductas alcanzadas y las funciones del departamento, que marca un procedimiento a seguir al recepcionar alguna de estas denuncias”, explican las mujeres. Pero la sola existencia del protocolo no alcanza si no hay voluntad política y agentes que garanticen el efectivo cumplimiento de esta herramienta. “Creemos en nuestro club falla porque menciona a la Comisión Directiva como autoridad de aplicación y la misma, en su totalidad, no ha realizado una capacitación sobre la violencia de género. Sin autoridad especializada en la problemática, no hay respuestas efectivas, ni inmediatas”, remarcan.
Los desafíos hace cuatro años tenían que ver con la conformación de un espacio necesario en lugares donde las mujeres y las diversidades han ido ganando visibilidad. Ahora, con algunos pasos importantes dados, los desafíos pueden parecer otros, pero responden a la estructura patriarcal que prevalece en los clubes de fútbol. “Hay mucha resistencia de las personas a creer que la problemática existe y eso es parte también de la coyuntura en la que vivimos actualmente, en donde se desprestigia al movimiento feminista y a los avances en materia de derechos de mujeres y diversidades”, reflexionan las socias e hinchas de Atlético.
Mientras la investigación por la denuncia contra los jugadores de fútbol avanza, se hace imprescindible pensar estrategias para prevenir estos delitos, para contener a las personas víctimas, acompañarlas a que puedan denunciar, evitar su revictimización y allanar el camino de la Justicia. “Ojalá podamos revertir estas situaciones que tristemente se dan en casi todos los clubes de futbol”, había dicho Mónica Santino cuando fue consultada para esta nota. Las representantes de MujeresCAT trabajan para que ese deseo, que también les es propio, se convierta en realidad. “Consideramos que es un momento para resistir, para seguir insistiendo en la necesidad de la participación de las mujeres en los clubes y en las comisiones directivas, que aún son un espacio privilegiado para hombres cis y personas vinculadas al poder”, aseguran.