Evitar la enfermedad, y también la paranoia

Los recientes casos del síndrome urémico hemolítico aparecidos en Alemania, con resultados fatales que la prensa se encargó de llevar a todas las planas, motivaron esta nota. Las muertes, lamentables por cierto, ganaron todas las planas pero a muchas de esas noticias les faltó la otra parte, fundamental para todos aquellos que quedaron vivos en el planeta: la información. Parece lógico pero no lo es. Es más rentable generar una psicosis a base de sensacionalismo que alertar para evitar todo ello. Por eso, a continuación se detallarán los datos relevantes que toda persona necesita saber para evitar esta enfermedad. Y también para derribar mitos: la bacteria no sólo se puede llegar a encontrar en las hamburguesas de locales de comida rápida.

Se trata de una enfermedad infecto-contagiosa que se caracteriza por insuficiencia renal, anemia, defectos de coagulación y signos neurológicos variables, causada por un tipo de la bacteria E. coli. Los más expuestos a esta enfermedad son los niños pero los adultos no son inmunes a ella.

Los síntomas tempranos son: fiebre, vómito y diarrea, sangre en las heces, irritabilidad, debilidad y letargo. A medida que avanza la enfermedad, pueden notarse magulladuras, palidez, disminución del estado de conciencia, gasto urinario bajo o nulo, erupciones cutáneas y coloración amarillenta de la piel. En cuanto al tratamiento, por lo general consiste en medicamentos y diálisis. Pero como toda enfermedad, la mejor cura es la prevención.

Las fuentes de contagio principales son: la carne vacuna insuficientemente cocida, la leche no pasteurizada, y sus productos derivados, y el agua contaminada. También puede transmitirse de persona a persona. En todos los casos se recomienda:

  • Asegurar la correcta cocción de la carne; la bacteria se destruye a los 70 °C. Esto se consigue cuando la carne tiene una cocción homogénea. Prestar especial atención al interior de preparados con carne picada.
  • Se sugiere que los menores de 3 años no ingieran hamburguesas caseras o compradas, ni de locales de "comidas rápidas".
  • Tener especial cuidado con la cocción de la carne picada, ya que generalmente se cocina bien la parte superficial, permaneciendo la bacteria en el interior. El jugo de la carne picada bien cocida, debe ser completamente translúcido.
  • Se debe asegurar la completa cocción de las hamburguesas dado que son fuente principal de contaminación en los niños.
  • Utilizar distintos utensilios de cocina para cortar la carne cruda y para trozarla antes de ser ingerida.
  • Evitar el contacto de las carnes crudas con otros alimentos (contaminación cruzada).
  • Controlar el uso de leche y derivados lácteos correctamente pasteurizados y conservar la cadena de frío.
  • No consumir jugos de fruta no pasteurizados.
  • Lavar cuidadosamente verduras y frutas.
  • Asegurar la correcta higiene de las manos (deben lavarse con agua y jabón) antes de preparar los alimentos.
  • Lavarse las manos con agua y jabón luego de ir al baño.
  • Utilizar natatorios habilitados para tal fin.
  • No bañarse en aguas prohibidas.
  • Higienizarse adecuadamente con agua y jabón luego de tener contacto con animales domésticos y principalmente con los de granja o sus aposentos.
  • Consumir agua potable; ante la duda, hervirla. (1)

Las recomendaciones están hechas. No tiene porque existir la preocupación ni la psicosis si las medidas preventivas están bien llevadas a cabo. Y aunque las frases hechas suenen banales, siempre es mejor "ocuparse antes que preocuparse". Amén.

1) Wikipedia

Foto: Nutridieta.com