Fumigación con glifosato, un atentado a la salud
/En la localidad de Acheral, ubicada a 45 km al sur de la capital tucumana, los vecinos están preocupados ante la fumigación con glifosato en un campo de soja. La situación es particularmente delicada ya que el terreno fumigado se encuentra en zona urbana, por lo que los primeros afectados son los habitantes del barrio "20 viviendas" y quienes asisten a la Escuela de Comercio Ing. Álvarez Condarco. Esta problemática, según confirmó en comunicación con La Palta Nelly Pereyra de Radio Piedra y Camino de Acheral, comenzó el día 4 de enero cuando a las 9 de la mañana se realizó la primera fumigación. Por la tarde, el fuerte olor se hizo insoportable para los vecinos de la zona y la salud de quienes tienen problemas respiratorios fue la primera en resentirse. Ante esta situación los vecinos se reunieron de forma espontánea y consiguieron que el fiscal federal Antonio Gustavo Gómez iniciara una causa judicial por la posible comisión de delitos ambientales.
Luego de esta medida las fumigaciones cesaron, pero el alivio no duró demasiado ya que el día jueves 15 de marzo se reiniciaron con total impunidad. Alfredo Soraire, vecino de Acheral y director de la radio comunitaria, informó que esa misma tarde se debió interrumpir la práctica de fútbol infantil del Centro de Formación Deportiva Juventud Unida, debido a que los niños y el profesor a cargo empezaron a sentir un intenso ardor en la nariz. Nuevamente el accionar de los vecinos logró frenar esta actividad cuando ya se había fumigado la tercera parte de las 14 ha sembradas.
El informe redactado por Soraire expone de la siguiente manera lo sucedido:
"…Los vecinos dejaron constancia del hecho en la sede de la Comisaría de Acheral. Allí la persona que estaba a cargo exhibió un ambiguo 'informe' firmado por el Ing. Agrónomo Jorge Andrés Sánchez (Mat. Prof. 12378) donde se:
a) Reconoce el uso de glifosato en las fumigaciones anteriores. b) Manifiesta que 'el glifosato al tomar contacto con el suelo se degrada inmediatamente por la acción microbiana del suelo'. Lo cual es falso, puesto que la multinacional que lo produce se vio obligada a retirar de la etiqueta la leyenda 'biodegradable'. c) Admite que usaron proporciones mínimas, para evitar daños a los cañaverales cercanos, sensibles al glifosato. Preocupación que no demostraron en absoluto por la salud de los vecinos expuestos al agrotóxico. d) Expresa que en esta oportunidad estaban usando el insecticida IGR INTREPID tm SC (Metaxifenoicide 24%) baja toxicidad y ecotoxicidad. Del cual no exhibieron ninguna cartilla de especificaciones y recomendaciones, apenas un remito para la circulación."
En estos momentos el pueblo se encuentra en alerta y movilización. La fumigación econ productos altamente nocivos en zonas urbanas afecta el bienestar de la población. Norberta Lorenzo, vecina de la zona, en declaraciones a un programa radial de Piedra y Camino, fue clara y contundente al expresar que “no queremos decir que estamos actuando en contra de la soja, estamos actuando contra el veneno que se usa en la soja. No estamos contra la producción, estamos a favor de la producción, pero de la producción sana y no de la que nos viene a contaminar y a matar”.
De este modo, los habitantes de la localidad de Acheral exigen soluciones definitivas a una problemática que toca de una u otra manera a toda la población y piden una ley provincial que impida la fumigación en zonas pobladas ya que así se defendería uno de los derechos fundamentales, el derecho a la salud.
Gabriela Cruz
gcruz@colectivolapalta.com.ar