En busca de una nueva revancha
/No quiso salir. No quería que la vieran en silla de ruedas. "No quiero actuar así", dijo, "esperemos hasta que pueda caminar con bastón". "A Bernarda Alba tampoco la veo en silla de ruedas", mencionó con un rostro en el que convergen la tristeza de hallarse sin poder caminar y la alegría de encontrarse con gente que tanto quiere y que tan feliz la hizo. La gente que hizo posible, allá por el 2010, el estreno de la obra.
Silvia es actriz. Comenzó a actuar dentro de la cárcel donde se hallaba presa, acusada de homicidio del que fue absuelta después de dos años y nueve meses. Su personaje es Bernarda Alba, de la obra “La casa de Bernarda Alba” de Federico García Lorca, a quien interpretó magníficamente hace unos años en el teatro Alberdi.
“Para mi lo del teatro Alberdi fue lo mejor que me pasó en la vida”. Quedamos en silencio. Alguna lágrima incontenida escapó. Tantos recuerdos. Tanta lucha. Tanto dolor encerrado en unos corazones que sufrieron demasiado. La obra, que a muchas le marcó la vida, significó la revancha para mujeres que pasaron por el horror de la cárcel. Por la estigmatización de una sociedad que mira para otro lado, porque esa gente no merece la pena. Y por la exclusión de un Estado cuyo discurso es más mano dura para los llamados “delincuentes”, y que no desea destapar la olla de la realidad carcelaria.
Cuando se está preso cualquier escape es valioso, porque no abundan en la cárcel. Pero lo que sí abunda es el "no". El no educar, el no sanar, el no trabajar. Las reglas inventadas de un día para el otro. Las prohibiciones. Las torturas. Todo eso, abunda.
Y el teatro, en el Instituto de Rehabilitación Santa Ester, hace unos años, significó no solo un escape perfecto, sino la manera de denunciar lo que la cárcel ofrece.
“Los pobres son como los animales”, recordaba Silvia parte del texto de Bernarda, en el encuentro que tiene por objetivo comenzar a rodar la segunda parte de la historia que comenzó en el año 2009 con un proyecto teatral frustrado. La primera parte es un documental llamado “La cárcel de Bernarda Alba” (1), ideado a partir de la censura de la obra por parte del gobierno provincial.
Pero la censura sirvió de aliento para muchos militantes por los derechos de las personas privadas de la libertad. Y la prohibición se convirtió en un estreno con el teatro Alberdi colmado de personas,un año después.
Silvia atesora ese recuerdo como el más preciado. "¿Qué esperás en otra vida si en esta ya pasaste por la cárcel, la calle, el psiquiátrico y el asilo para ancianos?", le preguntó Fernando Korstanje (2) a Silvia. "Lo mejor", respondió, "siempre espero lo mejor". El optimismo se pintaba en su rostroa pesar de todo. La ilusión de volver a actuar, de hacer otra película denunciando por todo lo que tuvo que pasar, y sobre todo, denunciar a ese Estado que la encarceló, la absolvió sin resarcimiento alguno después de más de dos años, la echó a la calle, no la recibió en la jefatura de policía para pasar una noche, ni el psiquiátrico, porque no correspondía.
Actualmente Silvia reside en el Hogar para ancianos San Alberto, en Tafí Viejo. Su estadía en el lugar se consiguió por medio de particulares que se movieron para conseguirle un lugar donde estar, porque el mismo Estado que la encarceló, la absolvió y la echó a la calle, no tenía una solución para ella.
Marianella Triunfetti
mtriunfetti@colectivolapalta.com
(1) http://www.youtube.com/watch?v=oy8bjSrMAlE
(2) Fue el director del proyecto “Nuevos territorios de expresión”, seleccionado por concurso público, que tenía por objetivo dar un taller de teatro a las mujeres presas en el Instituto de Rehabilitación Santa Ester. El mismo estaba organizado por el Ministerio de Educación de la Nación, el Ministerio de Educación de la Provincia de Tucumán, el Ente Cultural Tucumán, el Ministerio de Seguridad Ciudadana y la Unión Europea. La obra que venían preparando hace seis meses fue censurada. Para más información: http://o-irse.org.ar/ Fernando es, además, el director del documental “La cárcel de Bernarda Alba”.