Tucumán sigue devorando mujeres

En busca de Marcela Chiaro

Marcela Chiaro

Marcela Chiaro

Durante los años 2007 y 2008 aparecieron en la provincia unas pintadas al estilo graffiti que decían "Tucumán devora mujeres". Esta leyenda plasmada en las paredes tucumanas aludía a los numerosos casos de desaparición y/o muerte de personas de género femenino.

Quizás el más resonante, sobre todo en estas últimas semanas, es el de María de los Ángeles Verón. En el año 2006 estuvo presente en todos los medios locales el caso de Paulina Lebbos que luego fue hallada sin vida. También cabe recordar a la docente Beatriz Argañaraz que aún se encuentra desaparecida, la contadora Liliana del Valle Cruz, asesinada por quien era su amiga María del Valle Dip, el de María Fernanda Chaile cuya vida terminó a mano de su ex novio Lucas González y así la lista continúa con nombres que estuvieron presentes en las pantallas de los televisores, en las páginas de los diarios, en la radio y en la web. Muchos de estos casos tuvieron una investigación, un juicio y una condena de quienes fueron encontrados culpables de tales crímenes, otros siguen resonando en busca de eso en lo que casi nadie cree pero que todos esperan:  justicia.

Si se recorre las calles céntricas de la ciudad aquellas pintadas ya no se encuentran con tanta frecuencia. El paso del tiempo, las pegatinas propagandísticas y los vistosos murales encomendados por el gobierno municipal y el provincial se encargaron de ir borrándolas. Acaso quede en algún rincón olvidado las palabras que denunciaban ante todos esa dolorosa realidad. Sin embargo, hoy como entonces, Tucumán continúa devorando mujeres.

Ya hace más de diez días que Marcela Chiaro salió de su casa en Villa Amalia y no regresó. Llama la atención que se haya marchado con lo puesto, que no se llevara consigo a su hija de 2 años de edad, que su pareja haya esperado una semana para dar aviso a los familiares y, como si esto fuera poco, resulta más sospechoso aún que el hombre hiciera primero una denuncia por abandono de hogar y días después por desaparición de persona. Sus hermanas, Jaquelina y Rosana Chiaro, viajaron desde la provincia de Santa Fe para comenzar su búsqueda. Junto a vecinos y amigos realizaron el día viernes una marcha desde la plaza del barrio hasta la puerta de la veterinaria que se encuentra ubicada en la planta baja del domicilio de Chiaro.

Después de cinco días de la ausencia de Marcela, cuando se realizó la denuncia por desaparición, se pudo empezar con la investigación policial, proceso que Jaquelina y Rosana siguen muy de cerca y que determinó que el día viernes 24 se realizaran los allanamientos en el local y en la casa familiar. Las muestras allí extraídas deberán ser periciadas en busca de algún rastro que indique que pudo haber sucedido con esta mujer.

Este es otro caso que se suma a la larga lista de mujeres que parece haberse "tragado" esta tierra tucumana. Hasta el momento, es el marido el principal sospechoso, lo que de confirmarse demostraría nuevamente, como ocurrió con María Fernanda Chaile, que el machismo sigue reinando, que en su nombre hay quienes se sienten dueños absolutos de aquellas que alguna vez decidieron compartir con ellos su vida y que como tales se arrogan el derecho a  decidir el destino de las mujeres cuyo único pecado fue amarlos.

Gabriela Cruz

gcruz@colectivolapalta.com.ar