Tras las huellas de la verdad

100_1914
100_1914

El juicio por el secuestro y desaparición de Marita Verón continúa su rumbo en la sala II de la cámara penal de Tucumán. El debate dio a conocer las posturas de los implicados y permitió un recorrido a través de los 10 años de investigación a partir de las palabras de Susana Trimarco.

“Yo he luchado para que llegue este momento. Mi objetivo es que aparezca Marita, todo lo demás esta de más” fueron las palabras de Susana brindadas a la prensa, previas a sus declaraciones en el recinto. Además aclaró  “Yo no voy a hablar de las declaraciones de los imputados. Ellos tienen derecho de decir todo lo que quieran porque para eso están los derechos humanos. Yo voy a decir lo que tenga que decir”.

Día 3

Luego de proceder a la lectura de las declaraciones realizadas en el proceso de investigación realizado en el año 2004, tres imputados prestaron declaraciones ante el tribunal.

La jornada se tornó doble. La mañana fue ocupada por los hermanos Rivero, quienes dejaron en claro su versión de los hechos, mientras que la tarde fue cedida para Daniela Milhein. El debate giró en varias oportunidades en torno al nombre de Rubén Ale.

Víctor Rivero fue el primer imputado en prestar declaración. Sus palabras fueron breves en comparación con las declaraciones de los otros acusados.  Dejó en claro que no tiene relación con Rubén Ale y denunció que recibió amenazas de Simón Nieva, testigo que aseguró que Victor Rivero fue quien secuestró a Marita el 3 de abril de 2002. Según el imputado, Nieva lo habría condicionado al decirle: “Si no te meto un tiro en medio de los ojos, te voy a involucrar con el caso Marita Verón".

Sin embargo, fueron las palabras de María Jesús Rivero las que robaron el protagonismo en la mañana. La mujer afirmó que no se considera una delincuente y pidió que se remitan al prontuario de su familia. Además, no titubeó en manifestar que le llamaba la atención las declaraciones de Susana Trimarco que acusaban a su empresa, su familia y su persona. En ese sentido, la acusada se permitió dudar de las pistas, los testigos y hasta de la familia Verón. Sus argumentos se basaron en sostener que acompañó a la familia Verón en la búsqueda y fue testigo de ciertas irregularidades en la misma.

Daniela Natalia Milhein, por su parte, aprovechó su espacio para denunciar que fue obligada a ejercer la prostitución por Rubén Ale cuando tenía 16 años. Sin embargo, dejó en claro que esto fue años anteriores a la desaparición de Marita y que nada tenía que ver con el caso. A pesar de esto, manifestó haber trabajado en los prostíbulos de La Rioja “Candilejas” y “Candy”. La mujer reveló  haber sido torturada, golpeada y explotada por Lidia Irma Medina, propietaria de “Candilejas” e imputada en la causa. Además, Milhein contó que fue amenazada en el baño de Tribunales por Medina y extorsiona por el abogado defensor, quien le dijo: “usted no conoce a la gente de La Rioja y ellos tampoco a usted”. Con todo esto, su abogado defensor pidió custodia policial en su domicilio.

Cabe aclarar que Daniela Natalia Milhein está implicada en la causa debido a que Fátima Mansilla, menor que trabajaba su casa, declaró que mientras estuvo allí vio a Marita Verón secuestrada. Con respecto a esto Milhein declaró que Fátima tenía problemas psiquiátricos y psicológicos que la llevaban a decir mentiras.

Día 4

Se inició la jornada con la declaración de la primera testigo: Susana Trimarco. La mujer, antes que nada, dijo “Que Aparezca mi hija con vida. Que entreguen a Marita. Que digan dónde está mi hija. Es mi único interés". Luego de eso, recordó cómo fue su vida antes de la desaparición de Marita. La señora Trimarco contó con detalle cómo vivió la desaparición de su hija y reveló que Marita fue instada por una enfermera vecina, Patricia Soria, a realizarse estudios en la Maternidad, quien le dijo que sería su pareja quien la ayudaría con los trámites. Con respecto a Patricia Soria, la señora Verón manifestó que era una mujer que llevaba un seguimiento de la vida de Marita, aun en las cosas más íntimas.

Además, Susana relató su calvario en las horas posteriores a la desaparición y las complicaciones que tuvo con policía, quien no quiso aceptar la denuncia hasta después de 72 h de la desaparición de Marita. Con respecto a eso, Susana manifiesta “La policía me puso muchas trabas”.

Día 5

Después de un cuarto intermedio, continuó la declaración de Susana Trimarco ante el tribunal. En esta oportunidad, compartió los testimonios de las personas que fueron testigos del momento en que María de los Ángeles fue capturada.

También relató acerca de las jóvenes que fue liberando mientras buscaba a Marita en los prostíbulos del Norte del país. Susana detalló diferentes casos de chicas que le aseguraron haber visto a su hija y quienes coincidieron en explicar que Marita era llamada “La Doña” por ser la mujer de José "el Chenga" Gómez, con quién habría tenido un hijo.

Además explicó cómo estas mujeres describieron que eran torturadas y explotadas sexualmente por Lidia Medina y sus hijos José y Gonzalo Gómez, en el prostíbulo Candilejas.

Por otro lado, la señora Trimarco no dudó en declarar que hay complicidad del poder político, policial y judicial para que la mafia de la trata pueda hacer sus negocios.

Entre las declaraciones más relevantes de Susana Trimarco se encuentran:

“La trata de persona existe en Argentina y en el mundo entero, desgraciadamente me convertí en investigadora de esto porque lo palpé”.
“Que me devuelvan a mi hija, es un pedazo de mi alma”.
"Los delincuentes de la trata dominan a las víctimas a través del miedo. El miedo las paraliza".
“¿Cómo yo iba a liberar a Marita si estaban los jueces, la policía y todo el poder político en complicidad con los mafiosos?”.
“Esta gente violó, torturó, explotó sexualmente y hasta la obligó a ser madre a Marita. ¿De qué me vienen a hablar ahora?”.
"La prensa me ayudó mucho con la investigación de Marita".
“Toda esta etapa de mi vida fui amenazada, insultada, atacada. Recibí cartas y mails con planos de cementerios y agresiones”.
“Mientras yo viva el caso de mi hija no va a quedar en la nada. Si no tengo paz yo, ellos tampoco van a tener paz”.

El juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el miércoles a horas 8:30 am. Cabe recordar que las declaraciones de los testigos no pueden ser grabadas. Se espera con mucha expectativa el transcurso de este caso que puso en tela de juicio la falta de justicia en la provincia. Un caso que permitió que la trata de personas sea hoy una lucha de todos.

Javier Sadir

jsadir@colectivolapalta.com.ar

Notas anteriores sobre este tema:

La hora de la justicia - Por Javier Sadir.

El comienzo de la justicia - Por Marianella Triunfetti.