El juicio continúa
/Una semana más en la que se desarrolla el juicio oral por el caso de Marita Verón. Las declaraciones de los testigos continúan y, con sus dichos, muchos son los datos que se aportan a la investigación.
Entre las declaraciones más relevantes se encuentra la de Alejandra Huerta y su madre, quienes afirmaron que en La Rioja las whiskerías funcionaban como prostíbulos y las chicas que trabajaban en esos lugares lo hacían en contra de su voluntad. También las testigos hablaron de maltratos físicos y psíquicos por el imputado José “Chenga” Gómez y su madre Irma Lidia Medina, la propietaria del lugar conocida como Liliana.
La madre de Huerta relató la manera en que Liliana Medina la extorsionó una vez que supo cuál era la verdadera situación de su hija en La Rioja y todo lo que tuvo que soportar ante la incapacidad de hacer algo para rescatarla. Así fue como, con ayuda de su cuñado, la madre de Alejandra viajó hasta La Rioja y exigió que le permitieran a su hija regresar a Tucumán, con la excusa de que su abuela estaba muy enferma y necesitaba verla. Enfrentando al “Chenga” Gómez y a Liliana Medina lograron rescatar a su hija.
Pero la tortura para la familia Huerta no terminó con el rescate, sino que, según las declaraciones de la madre de Alejandra, fueron amenazados y hostigados por gente de La Rioja durante el tiempo posterior. El calvario finalizó cuando Alejandra Huerta se hospedó en la casa de la hija de Rubén Ale.
Por ese motivo, José “Chenga” Gómez pidió la palabra en el recinto para decir “jamás le levanté la mano a una mujer ni amenacé a Amalia (madre de Huerta). Todo es una mentira” a lo que agregó “Amalia era consciente de lo que hacía su hija. Estoy cansado que todos mientan. Que haya tenido una whiskería no me hace un delincuente”. Además el “Chenga” afirmó haber estado de novio con Alejandra a los 17 años y sostuvo “no conocí a Marita. Todos sabemos que existen 'chicas de la noche', ellas trabajan porque quieren. Nadie las obliga”. Con todo esto aclaró “no voy a permitir que sigan ensuciando a mi familia. Aclararé cada vez que se mienta. Que el país sepa que jamás tuve antecedentes antes de esto”.
Por otra parte, en la semana se presentó a la testigo Delicia D. quién había declarado en el año 2002 haber visto a Marita en el Centro de Salud. Sin embargo, a la hora de contar en el recito lo que ella sabía, negó sus declaraciones anteriores y justificó su contradicción al decir que padecía una enfermedad de memoria.
Otros de los testigos que declararon esta semana fueron Celedonio J. y el comisario Mario Corpus quienes testificaron acerca de la aparición de Marita en la ruta de La Ramada, aunque pocos datos se aportaron al respecto.
De esta manera el debate por la desaparición de María de los Ángeles Verón sigue con su ritmo intenso. Cada semana nuevos datos se aportan a la investigación que permitió sacar a la luz la mafia de la trata en la Argentina. Un problemática social que se intenta superar desde hace años.
Javier Sadir
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