Yo, somos todas
/Los hijos del poder, los protegidos y mimados. Los herederos del trono del rectorado que muchos quieren pero ellos conservan hace años porque, precisamente, tienen eso que a otros les falta, poder.
Las facultades de la Universidad pública tienen, cada una, sus partidos políticos. Algunas más, otras menos, pero los tienen. Espectros político-ideológicos de lo más surtido. Pero en todas hay un partido que no falta, su color morado lo identifica: el partido del rector Cerisola.
Y aquí hay que poner las cosas con nombre y apellido. Se está hablando de la conocida agrupación política Franja Morada, que fue protagonista de graves hechos en la Residencia Universitaria de San Javier.
Hace una semana, precisamente el día 7 de setiembre, se llevó a cabo en la Residencia “YANASA en el Cerro Azul – I Encuentro de Mujeres de Teatro del NOA”. En el marco de esta actividad es que se alquiló tres casas, la 22, 25 y 26. Estas casas, en teoría, son cedidas por la Universidad para llevar adelante actividades académicas.
Ese mismo sábado por la tarde llegan a otras dos casas del mismo predio un grupo de personas, en su mayoría hombres. Durante la noche, mientras descansaban, las mujeres del encuentro sufrieron la invasión de un individuo que ingresó a cada vivienda, recorrió varias habitaciones y tocó las partes íntimas de varias de las chicas, que despertaron ante la intromisión, lo que produjo que el hombre se fuera.
Alertadas por lo sucedido, las mujeres salieron para buscar al responsable y se encontraron con un grupo que se identificó como militantes de la agrupación Franja Morada de la Facultad de Ciencias Exactas. Los hombres se encontraban en estado de ebriedad, utilizando las instalaciones de la Universidad Pública para fines festivos, aunque se excusaron diciendo, primero, que era una convivencia política, luego cambiaron la excusa y dijeron que era una capacitación sobre liderazgo, según comentó una de las asistentes al evento.
Al no dar con el responsable de la irrupción, porque el resto del grupo lo encubría, solicitaron la colaboración del señor Antonio Gutiérrez, encargado de la residencia universitaria, quien las acompañó. Ante la demanda insistente del grupo de mujeres dieron a conocer el nombre del responsable: Josué Romero, alumno de ingeniería Industrial de la Facultad de Ciencias Exactas, quien finalmente admitió lo sucedido restándole importancia al hecho.
Las mujeres asistentes de este encuentro enviaron una nota al rector Cerisola, pidiendo que tome cartas en el asunto e investigue el hecho que significa un grave hecho de violencia contra las mujeres en un ámbito académico.
Además deberán aclarar cómo es que un grupo de estudiantes puede utilizar espacios que son cedidos para actividades académicas y de sana recreación, se encontraban de fiesta y alcoholizados sin un responsable y sin haber costeado la utilización de las casas, según ellos mismos les hicieron saber a las mujeres.
Según comentó a La Palta una de las mujeres* que asistió al encuentro "no importa a quien tocó este hombre (...) por eso me quedó mucho el Yo, somos todas". A este encuentro concurrieron muchas mujeres consideradas referentes de una generación que conquistó espacios genuinos y se plantaron con fuerza en el ambiente. Espacios que conquistaron, en su rol de mujeres, a través de importantes luchas, tanto personales como colectivas. Es por ello que un tema central del evento fue la cuestión de género, por lo que resulta una paradoja que un hecho de tamaña gravedad haya sucedido en este marco.
La denuncia fue realizada en el destacamento que está en San Javier, donde se dejó asentado lo ocurrido y el responsable aceptó lo que hizo. Además se realizó la denuncia ante la Universidad, con el número de expediente 1330.
Hasta la semana pasada no hubo respuesta alguna, de parte de la Universidad, a las víctimas de este hecho. Un silencio profundo rodea las circunstancias. Un partido político que es acreedor de favores de todo tipo. Instalaciones públicas utilizadas para hacer "fiestas políticas". Ataques sexuales en el ámbito de la Universidad que aún no tienen respuesta.
La violencia de género se arraiga en todos los ámbitos. Organizaciones sociales luchan hace años por la declaración de emergencia en violencia sexual y doméstica. Miles de estudiantes piden hace semanas una respuesta a este flagelo. La Universidad calla.
Marianella Triunfetti
mtriunfetti@colectivolapalta.com.ar
* Se preserva la identidad de la persona.