“Si ofendí, pido disculpas”, dice el legislador que juró en nombre del genocida Bussi

Fotografía de Página 12

Va a insistir mucho en dos ideas: que él accedió a una banca en la Legislatura como candidato por Fuerza Republicana (FR) y, por eso, se debe al fundador del partido (“a esto no lo puedo desconocer”, repetirá varias veces); y que no quiso agraviar, que dijo lo que dijo porque así lo sintió en ese momento. “Si ofendí, pido disculpas”, dirá una y otra vez Gerardo Huesen, quien al asumir como legislador el último lunes, decidió jurar por la memoria de Antonio Domingo Bussi, genocida condenado por delitos de lesa humanidad.

Sin embargo, tres días después del hecho y del revuelo, Huesen sabe que el condicional no es posible: que no puede decir “si ofendí…” sin desconocer que en el mismo momento en que el vídeo de su jura comenzó a circular, varios sectores repudiaron el hecho y pidieron explicaciones a la Cámara Legislativa. Desde el lunes, mediante comunicados, notas formales y expresiones en las redes, distintas agrupaciones y organizaciones han dejado claro que, de mínima, la ofensa es un hecho.

“Yo vengo de un partido que ha sido fundado por Bussi, mi respeto es la institución que él armó en Tucumán y a los valores que inculcó a sus dirigentes. Yo no estuve en esa época (se refiere a la dictadura), siempre digo que él ya ha sido juzgado. No estoy haciendo apología del delito. No sé lo que pasó en la época pasada, pero sí respeto, creo en la historia, no voy a poner en tela de juicio lo que otros piensan. Respeto pero también quiero que se me respete; estamos en democracia”. 

- Cuando usted dice que no sabe lo que pasó…

- (se apura en explicar) …que no quiero volver a revolver lo que ha pasado, quiero mirar hacia adelante.

En efecto, Huesen parece sentirse más suelto hablando de otros temas. Hará énfasis, por ejemplo, en negar que exista una alianza entre bussismo y oficialismo, explicará que si Cambiemos no llegó a la mesa de autoridades de la Legislatura fue porque no hizo ninguna moción, presumirá de que FR fue entronada en las últimas  elecciones a partir del voto joven: “me doy cuenta cuando camino por la calle con Ricardo Bussi (actual líder del partido) y los chicos piden sacarse fotos con él”.

Y cada vez que se insista sobre la polémica que generó su jura, aceptará que es capaz de disociar entre el creador de su partido y el represor. “Aparte yo de chiquito vi a mi padre (Mario Roque Huesen), que fue concejal de La Banda del Río Salí, trabajar con el líder de FR. Yo admiro a esa persona y creo que algo hizo bien en tanto fue elegido gobernador de Tucumán por el voto popular”.

Huesen admite haber visto algunas críticas en redes sociales, pero no se priva de decir que el día de la asunción, en el teatro San Martín, sintió un respaldo: “a mí no me silbaron, a mí me aplaudieron”. Luego matizará esta declaración comentando que en el acto había muchos familiares y que él mismo aplaudió a los legisladores que decidieron jurar por la memoria de los 30.000 desaparecidos (fueron José María Canelada, Federico Masso y Gerónimo Vargas Aignasse). 

“Eso no significa que esté de acuerdo con ellos ni tampoco les voy a decir que no son 30.000; cada uno tiene sus convicciones. Si son o no son, yo prefiero que la Justicia lo dirima, no me voy a meter en esas cuestiones”.

- Alguien podría responderle que esa es la Justicia que condenó a Bussi.

- (piensa un rato) Le voy a contestar como le contesté recién: yo lo hice en memoria del fundador del partido.

Postura antidemocrática

Las reacciones en contra de la jura de Huesen no se limitan al repudio: algunas han exigido un pronunciamiento de las autoridades de la Cámara Legislativa ante lo que describen como una postura antidemocrática. Es el caso del comunicado firmado por los Organismos de Derechos Humanos de Tucumán: “la democracia que tanto nos costó construir tiene reglas que todo el mundo debe respetar, mucho más en un recinto legislativo. Es un contrasentido que en ese espacio se reivindique el accionar de un militar golpista y genocida sin que esto genere una adecuada reacción institucional”.

“La provocación de Huesen remueve el dolor y reabre las heridas de los familiares de aquellas víctimas (del terrorismo de Estado) -dice, a su vez, una declaración del Frente Grande-. Resulta llamativo que un legislador republicano haya tenido la audacia de cometer tamaña transgresión sin que nadie lo reconviniera”. La nota resalta también que Bussi fue juzgado y condenado a prisión perpetua e inhabilitación por cometer crímenes aberrantes.

“Exigimos destitución -reclama el comunicado de la Comunidad Teatral-. Consideramos un acto de apología del delito y una clara ofensa a la democracia, que además fue aplaudida por los presentes, en un acto de clara complicidad”.

“Ha sido una provocación directa a lxs familiares de víctimas y desparecidxs. Jurar por la memoria de un genocida es apología de terrorismo de Estado”, publicó La Lola Mora, que aglutina a trabajadoras del arte de Tucumán.