De un parlante al corazón de Tucumán: la milonga de Plaza Urquiza cumple 20 años
/Foto: gentileza bondi milonguero
Un domingo cualquiera, si uno camina por la plaza Urquiza, en pleno centro tucumano, cuando el sol empieza a caer, puede encontrarse con un grupo de personas bailando tango, entre miradas cómplices, abrazos firmes y música que sale de un parlante. Pero para quienes ya lo saben, ese rincón de la ciudad es sagrado: hace 20 años, cada domingo sin falta, la plaza se convierte en pista de baile.
Todo comenzó un último domingo de mayo de 2005. Américo Ibarra, vecino apasionado del dos por cuatro, llevó su parlante y puso play a la milonga. Lo acompañaban apenas un puñado de parejas. No había escenario, ni luces, ni auspiciantes; solo amor por el tango. Hoy, dos décadas después, esa iniciativa sencilla se convirtió en una tradición cultural.
“Cada año que pasa, me siento más orgulloso”, cuenta Américo, con la serenidad de quien sembró algo grande sin proponérselo. “Lo que me mueve es ver más gente joven bailando. Antes era más de gente grande, hoy está todo mezclado, y eso es hermoso”.
La milonga de la plaza no solo sobrevivió al paso del tiempo, sino que además, creció y se transformó. Se sumaron músicos, poetas, artistas y colectivos culturales como Bondi Milonguero, que hace años acompaña y potencia este encuentro. “Este movimiento permite no solo mantener vivo el tango en la provincia y afianzar nuestro patrimonio, sino que ha logrado erigirse en una actividad de gran relevancia artística y cultural”, dice con entusiasmo Luciana Torres, una de sus integrantes. “Han pasado bailarines de toda la región: de Tucumán, Catamarca, Santiago, Salta, Jujuy…”
El tango, esa música que muchos identifican con Buenos Aires, encontró en Tucumán un lenguaje propio. “Siempre alguien inventa algo desde las provincias”, reflexiona Américo. “Se mezcla un poco la forma de bailar del norte con lo tradicional. Eso enriquece mucho”.
Foto: gentileza bondi milonguero
Sonia Olmos, también del Bondi, destaca otro aspecto de este ritual dominical: “Este espacio promueve la salud social. En una sociedad atravesada por tantos conflictos, el arte, el baile y los encuentros refuerzan los vínculos sanos. Y el tango, sostenido tantos años en la plaza, lo demuestra con claridad”.
Y es que la milonga no es solo danza. Es comunidad. Es memoria en movimiento. “Para mí, la milonga es muy importante. Ahí se formó el grupo que quiero mucho, que es el Bondi, que es lo más parecido a una utopía: gente abrazándose, bailando, siendo feliz. Y que eso sea popular”, señala Sergio Mamaní, otro integrante del Bondi Milonguero, para quien este encuentro fue una bisagra. “Después de la pandemia, estaba muy bajoneado. No tenía ganas de bailar, de nada. Y cuando decidí volver, el primer lugar al que fui fue la Plaza Urquiza. Ahí empecé a salir adelante”, cuenta el hombre que se prepara para la celebración
Este domingo, como todos, habrá tango en la plaza. Pero será distinto. Será celebración. Será memoria colectiva y futuro compartido. Será homenaje a quienes siguen creyendo que un abrazo puede cambiar el día, que un bandoneón puede reunir generaciones, que el tango –como la vida– se baila mejor entre todos. El convite es este sábado 13, a partir de las 20 y de la actividad participará la Orquesta 9 de Julio, la compañía Bien Pulenta y DJ’s invitados y habrá una mesa para compartir.