A 35 años, la lucha debe continuar

El 16 de Septiembre 1976, un grupo de estudiantes argentinos de la ciudad de La Plata, que intentaron hacer valer sus derechos y exigir los medios adecuados para recibir una educación correcta y próspera para el futuro del país, fueron secuestrados marcando uno de los sucesos más representativos dentro de la represión impuesta por la dictadura cívico militar argentina. Fueron diez los estudiantes que dieron la vida para intentar cambiar las formas de estudiar de los futuros millones y millones de estudiantes del país. Es por ello que la desaparición de estos alumnos fue una de las causas de luchas estudiantiles más recordadas del país. Sin embargo, a 35 años de este hecho, en Tucumán poco se hizo con respecto a lo que estos diez héroes reclamaban con total razón: el derecho al boleto estudiantil.

En este sentido, es alarmante pensar que en la provincia con mayor oferta académica del noreste argentino no se tenga acceso a un boleto de trasporte urbano con descuento estudiantil. Éste, como tantos otros derechos que los estudiantes de la Universidad Nacional de Tucumán no son beneficiosos de disfrutar.

Triste es ver la situación actual de las facultades de la UNT, en especial en las que se estudian carreras humanísticas y de Ciencias Sociales, en las cuales los alumnos y profesores se ven obligados a estudiar y enseñar en condiciones insalubres que requieren un esfuerzo innecesario.

Poco valió el ejemplo de la noche de los lápices para cambiar la realidad de la Universidad Nacional de Tucumán y lo peor de todo es que quienes son víctimas de estas absurdas irregularidades se terminan acostumbrando.

Javier Sadir

jsadir@colectivolapalta.com.ar