La carta de Belén

Hola a todas las mujeres luchadoras y a toda la gente que me acompaña en este momento.

Quiero expresarles mi agradecimiento por hacer que mi lucha sea de todas ustedes. Gracias por defenderme, por hacer que mi voz y mi verdad se escuche.

Yo estuve callada durante dos años. No me animaba a hablar. Tenía miedo. Me habían dicho que me darían perpetua. Me condenaron solo por dichos, por ser humilde, por ir al hospital, por no tener plata para ir a una clínica y pagar una buena defensa.

Desde el 21 de marzo de 2014 que no vuelvo a mi casa, que no veo a mi familia, me privaron de muchas cosas. Solo quería que me ayudaran y terminé presa, rodeada de policías y dedos acusadores. 2 años y tres meses lejos de mi casa, ¡me arrebataron mi vida!

¿Nadie se preguntó cómo me sentía yo esa noche? Me acusaban y me preguntaban si yo me había hecho un aborto. A mi mamá también la trataron mal. A nadie le importé yo. Es una ignorante, no sabe nada dijeron seguro y me condenaron junto con la policía. Después también me condenó la Justicia aunque yo les dije que no hice nada, que no maté a nadie. Yo ni sabía que estaba embarazada. Lloro por la injusticia que vivo. Pero estoy tranquila, se que habrá justicia para mi. Ahora estoy más fuerte, más tranquila.

Jamás le hice daño a nadie, jamás robé, jamás maté, no consumo drogas. Soy una mujer que toda su vida trabajó. Siempre hice las cosas que debía hacer.

Estoy eternamente agradecida con todos los que me están ayudando a que mi voz se escuche. Desde este lugar les mando abrazos y mis saludos. Me da mucha alegría que no estoy sola.

Gracias y mil gracias para todas las mujeres. Luchemos entre todas y que se nos escuche para que no haya más mujeres presas por aborto. Ahora su lucha también es mi lucha.

Saludos y mis afectos para ustedes.

Belén