Cynthia Moreira: la sentencia

El juicio por el transfemicidio de Cynthia Moreira, la joven de 26 años asesinada en 2018 en Tucumán, tuvo su sentencia este 20 de septiembre, donde se absolvió a quien fuera el único imputado de la causa: Ramón Soria. Familiares, amigxs y agrupaciones denunciaron desde un primer momento que la investigación no había sido suficiente, ya que se cree que más de una persona asesinó a Moreira y que las mismas están vinculadas al círculo del narcotráfico.

Moreira salió la noche del 14 de febrero, hace cuatro años, anunciando a su familia que tenía una fiesta. La mujer nunca regresó y de inmediato sus familiares comenzaron la búsqueda. Nueve días después, el cadáver fue encontrado en un domicilio particular: estaba mutilado, calcinado y en bolsas de consorcio.

La lucha de sus familiares, amigas y de la comunidad trans fue intensa desde entonces. A pesar de haber pasado 4 años, manifestaron que la investigación nunca se profundizó y que el juicio que tuvo lugar en septiembre de este año fue anticipado, ya que faltaba esclarecer la participación de otras personas en el crimen, personas que no llegaron a ser juzgadas durante el proceso.

Durante las audiencias, diversos testigos declararon sobre las situaciones de vulnerabilidad que atraviesan las mujeres trans en Tucumán, como así las trabajadoras sexuales, labor a la que se dedicaba Moreira. Su amiga y compañera de trabajo, Maia Amaya, estuvo junto a Moreira la noche que la asesinaron, según diversos testigos. Sin embargo, Amaya negó esta información. 

El abogado querellante, Carlos Garmendia, manifestó en sus alegatos que el proceso probó que Amaya sabe quién o quiénes asesinaron a Cynthia, pero que por miedo o por amenazas pudo haber ocultado esa información, a pesar de que desde el tribunal le posibilitaron acceder a la protección del Estado para testimoniar con la verdad. Sin embargo “Maia mintió al tribunal y sostuvo su mentira”, expresó. 

Además, el abogado expuso que la investigación tiene que ser profundizada y que se debe investigar con seriedad al “clan Diaz”, dos hermanos de Villa Amalia cuyos nombres resonaron durante las audiencias del tribunal, ya que se los relaciona con el ambiente del narcotráfico y el crimen de Moreira.

A pesar de la sentencia dolorosa para los allegados a la víctima, se determinó dar continuidad a la investigación para que el crimen no quede impune. Laura Moreira, hermana de Cynthia, sostuvo que no bajarán los brazos hasta dar con los responsables y sentarlos en el banquillo de acusados. “El crimen de Cynthia es el más atroz, el más terrible de los últimos tiempos”, había expresado durante el proceso.

Fotos de Elena Nicolay