Tucumán tiene sed de justicia

El camino es la lucha por la verdad, la justicia y porque se termine la impunidad de Tucumán.
Alberto Lebbos
Fotografía de Bruno Cerimele

Fotografía de Bruno Cerimele

Siete años pasaron ya de aquel 26 de febrero del 2006, cuando la familia Lebbos desesperada buscaba a Paulina. Su rostro se convirtió en el símbolo de la impunidad en Tucumán. Hoy la investigación está paralizada y todas las miradas recaen sobre el Poder Ejecutivo, acusado de encubrir a los asesinos de la joven.

Uno de los protagonistas de esta lucha es Alberto Lebbos, el padre de Paulina, quien desde el primer minuto juntó fuerzas e invitó a la sociedad a que pierda miedo y lo acompañe a desenmascarar a un gobierno corrupto y encubridor, como remarca él en muchos de sus discursos. “Yo no tengo compromiso político, mi único compromiso es con mi hija Paulina, con mi familia y con todo el pueblo. Es un compromiso de todos los días, con dignidad solamente por la verdad y la justicia”, expresó Alberto en la manifestación del pasado 26 de febrero, conmovido por el dolor y por el apoyo popular de miles de personas que se acercaron para reclamar lo mismo que él pide hace tantos años: justicia.

La marcha presentó diversas consignas, entre ellas respeto, paz y no violencia. Sin embargo, habiéndose agotado todas las instancias institucionales dentro de la provincia para lograr esclarecer el caso, según los familiares de Paulina y de todas aquellas víctimas de la impunidad, solo queda la condena social a la corrupción y a la impunidad que atraviesa Tucumán. Es por ello que tantas personas asistieron a la emblemática Plaza Independencia a escuchar las palabras de un padre desesperado que no encuentra respuesta sobre el brutal asesinato de su joven hija. “Yo siento mucha compañía de la sociedad, de los medios, de la comisión de familiares de las víctimas de la impunidad y de diferentes organizaciones, pero  principalmente de toda la comunidad que ya está harta de este gobierno que lo único que hace es promover la impunidad”, expresó emocionado Alberto. “Todos los días el pueblo tucumano me ataja en la calle, me abraza y me dicen 'fuerza, Alberto', reconocen el valor de estos siete años de lucha en contra de la impunidad“.

La causa está paralizada. Los familiares no tienen acceso al expediente y no hay respuesta alguna. Existen hipótesis sobre lo que pasó con Paulina, se sabe que subió a un remís, dejó a su amiga en su casa y desde allí no se supo más, hasta aquel 11 de marzo cuando fue hallada a orillas de la ruta 341 en Tapia. “En la causa hay una terrible maniobra de encubrimiento que sin duda están protegiendo a alguien poderoso”, argumenta Alberto, “los encubridores y los responsables del asesinato de Paulina son protegidos por Alperovich, él sabe el nombre del asesino de Paulina y lo protege, así que esto es tierra de nada, aquí reina la impunidad, los tucumanos estamos desprotegidos ya que el gobierno provincial ha sobrepasado los límites de la corrupción”.

Cada día se suman más rostros a la larga lista de víctimas que no han tenido justicia todavía. Muchos de sus familiares no se animan a actuar, ya que en algunos casos se sospecha complicidad política y policial, pero Alberto Lebbos invita a que el pueblo actúe, dejando de lado los miedos porque, según sus palabras, el miedo paraliza y hay que luchar para que de una vez por todas se termine esta impunidad en Tucumán.

Delfina Campero

dcampero@colectivolapalta.com.ar