Conocer los derechos es poder

Fotografía de hin255 / FreeDigitalPhotos.net
Fotografía de hin255 / FreeDigitalPhotos.net

“Cuando hablamos de parto respetado, estamos hablando al derecho que tienen las mujeres a que puedan tener un parto y un nacimiento acorde a sus deseos y sobre todo que la mujer pueda tener información para decidir qué se hace sobre su cuerpo”. Así definió a lo que se conoce como parto respetado la licenciada Inés Díaz, coordinadora en Tucumán de la Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y el Nacimiento (Relacahupan).

Tener información sobre las posibilidades que existen es primordial para hacer valer los derechos que cada mujer tiene al momento de parir. La ley 25.929, derechos de padres e hijos durante el proceso de nacimiento promulgada en 2004, contempla los derechos que tiene la mujer al momento de dar a luz, para que tanto ella como su familia puedan tener una participación activa en el nacimiento del niño o niña. Una herramienta que sirve para poder manifestar, en un consentimiento informado, cuáles son los deseos y necesidades de cada una de las mujeres. Esta ley, en general, no se conoce, y eso hace que las mujeres no sepan cuáles son los derechos que las asisten.

Algunos de los puntos contemplados en la ley son:

  • Derecho a recibir un buen trato y a que no se considere a la mujer como una persona enferma.
  • Reconocer a padres e hijos como protagonistas.
  • No intervenir en el proceso natural si no es necesario.
  • Derecho a la intimidad del entorno donde se produce el nacimiento.
  • Favorecer la libertad de posición de la mujer a la hora del parto.
  • Derecho a tener miedo, sentirse dueña de su cuerpo y expresarse según su necesidad.
  • Promover el contacto inmediato de madre e hijo después del nacimiento.
  • Respetar la elección de la mujer respecto de ser acompañada por una persona en el momento del parto.

La pregunta que ronda en torno a estas cuestiones es: ¿Hay en realidad posibilidad de decidir cómo parir? “En el ámbito público se están tomando muchos recaudos desde hace tiempo. Tenés las UTPR (Unidad de Trabajo de Parto y Recuperación Individual) que les da un espacio de intimidad a la mujer, porque lo que más necesita es intimidad. Lamentablemente, en el ámbito privado, si vos querés estar sola–por ejemplo–tenés que pagar, y a veces ni pagando tenés habitación individual. Yo creo que en el ámbito privado falta mucho por hacer”, decía Inés.

En Tucumán la ley número 1743, adhiere a la ley 25.929, pero por lo menos en lo que respecta al ámbito privado no se encuentra reglamentada. La desinformación en la materia hace que las mujeres se 'decidan' por una cesárea, muchas veces innecesaria. Es importante saber también que ante situaciones de violencia obstétrica se puede recurrir al Sistema Provincial de Salud (SIPROSA) y presentar una nota dirigida a su presidente denunciando el abuso de poder o no cumplimiento de los derechos. También se puede hacer una presentación en el Colegio Médico, donde se tomarán cartas en el asunto en caso de incumplimiento de los deberes por parte de los profesionales.

“Esto es algo que está surgiendo, yo creo que hay que tener optimismo y pensar que la gente joven va a ser la generadora del cambio”, concluía Inés.

Marianella Triunfetti

mtriunfetti@colectivolapalta.com.ar