La justicia que se escribe

Pero tú siempre acuérdate de lo que un día yo escribí pensando en ti, pensando en ti, como ahora pienso.

Palabras para Julia, poema de José Agustín Goytisolo
Fotografía de Paloma Cortes Ayusa | Agencia Infoto

Fotografía de Paloma Cortes Ayusa | Agencia Infoto

Rut Tomatis espera sentada junto a su abogado cada audiencia y observa cómo llega el hombre imputado por el asesinato de su hija. Escucha con atención los testimonios que se suceden frente al tribunal conformado por los jueces Pedro Roldán Vázquez, María Elisa Molina y Juana Juárez. Algunos de esos relatos son dolorosos. “Siempre que se relata el sufrimiento de mi hija cuesta mucho”, dice con la mirada agotada por el dolor pero fuerte, siempre fuerte.

En la segunda semana de audiencias se procedió a la incorporación de pruebas y se escucharon los informes emitidos por la junta médica integrada por los doctores Uslenghi, Sal y Corrado. Este último atendió al imputado Armando Martín en el penal de Villa Urquiza. Los informes que se expusieron al Tribunal fueron dos. Por una parte, el de los doctores Uslenghi y Sal y, por otra, el del doctor Corrado. Ambos llegaron a conclusiones similares.

A partir de un análisis de los hechos, valoración de las pruebas que constan en actas y entrevistas realizadas al imputado, los psiquiatras expresaron, entre otras cosas, que Martín tiene una personalidad anormal (psicopatía de tipo esquizoide) e incapacidad para expresar sentimientos de ternura o cariño. Se refiere a la víctima sin connotaciones de pena, sufrimiento o arrepentimiento. La afectividad es fría y vacía de contenido. Martín, además conserva la capacidad de discernir lo bueno de lo malo. El dictamen fue contundente: si bien Martín posee una personalidad anormal, no se encuadra dentro de lo que el artículo 34 del Código Penal establece como inimputable, es decir, Martín no padece una enfermedad mental.

Para el doctor Corrado el crimen resultó como conclusión de una secuencia: el imputado conoce a la víctima seis meses antes y, desde que comienza la relación, “muestra signos de una pretensión de posesión desmedida sobre la víctima”. La aísla de su familia y amistades. Tres días antes del crimen rompe su celular, impidiendo que se comunicara con la familia. María estaba sola e incomunicada, no pudo pedir ayuda. “(...) Tenía 32 años, su esperanza era tener una pareja con quien formar una familia”, dijo en su declaración Rut Tomatis, y en ella se percibía el dolor que siempre la acompañará, un dolor que se hizo lucha en este camino de búsqueda de justicia.

El Ministerio Público, presidido por el fiscal Carlos Sale, adelantó que solicitará la prisión perpetua. “Está probado que el imputado Martín ha terminado con la vida de María Medina de la manera más atroz, haciéndola padecer sufrimientos innecesarios”. Por su parte, el doctor Corrado expresó al tribunal que la pena es el único tratamiento para Martín y que “cualquier terapéutica para esta persona debe estar orientada a que el sujeto asuma la autoría material objetiva del crimen”. Rut entrará a la sala de Tribunales una vez más, esperando a que Martín asuma la responsabilidad por el crimen de su hija y poder sentir que ella está en paz. El martes 10 de junio a las 16 horas sabrá si el imputado prestará declaración y los alegatos serán presentados al tribunal.

Marianella Triunfetti
mtriunfetti@colectivolapalta.com.ar