Kuvo: de la rima en susurros al coraje de hacer historia

“Me dijo que la llave para abrir este camino es tener los ovarios bien puestos y los objetivos en claro”. Así recuerda Martu a Kuvo, la rapera tucumana que es leyenda, a casi un mes de su partida. Su nombre era Camila Quinteros y comenzó a rapear desde los once años, cuando aún el rap no tenía reproducciones masivas, ni sonaba en los medios.

En un mundo en el que la voz masculina era el centro de la escena y donde se excluía sistemáticamente a las mujeres, convirtiendo su participación en un acontecimiento extraño, apareció Kuvo. En el año 2015, fue la única mujer anotada para competir en “Parte Nucas”, una de las primeras competencias de rap semanales de Tucumán. Según Zailex, uno de los fundadores de esa competición, para Camilael rap no era una competencia feroz contra los demás, sino una forma de admiración y respeto mutuo entre los participantes. 

Su paso por competencias de rap inspiró y habilitó a otras a seguir ese camino. No solo compitió contra grandes referentes como Rill Fela, Animal, o Fresh, sino que llegó incluso a ganarle una “batalla” al conocido cantante Ecko. Martu, aprendiz de Kuvo, recuerda su primera competencia: “Cami fue la primera en hablarme y darme confianza, me hizo sentir que podía estar ahí, que tenía derecho”. Esta cultura no solo impone barreras visibles, sino también silenciosas, como el miedo a mostrarse, la incomodidad, la falta de referentes. Romper ese molde requiere algo más que talento: requiere valentía.

Una de las muestras del cambio impulsado por esta leyenda del rap femenino en Tucumán, fue la competencia “Marea Bars”, un evento único que buscaba visibilizar a mujeres y disidencias dentro del mundo del hip hop. Corta, una de las creadoras de esta competencia, admite que, para ella, la figura de Kuvo fue un símbolo de lucha por la inclusión, un faro para las mujeres que querían ser parte de esta cultura. “No se trata solo de estar, sino de pisar firme y sentir que podemos habitar estos espacios sin temor”, explica. 

La falta de mujeres participantes y de espacios para conectar y prepararse con anterioridad para las “compes”, reflejó las dificultades que enfrentan aún las mujeres en un entorno profundamente machista. A pesar de esto, el evento fue un paso importante para la visibilización de mujeres y disidencias del rap, algo que no habría sido posible sin el trabajo de pioneras como Camila. 

A un mes de su muerte, que fue el 17 de junio, con la corta edad de 24 años, su legado sigue vivo en muchas mujeres que se acercaron a la cultura del rap gracias a su ejemplo. Sin ella, muchas de esas puertas no habrían sido abiertas. La ausencia de Kuvo deja un vacío, pero también una oportunidad para que su legado inspire a nuevas generaciones a luchar por una cultura del rap más inclusiva, diversa y libre de discriminación. Su legado no es solo musical: es político, es cultural, y es profundamente humano. En cada piba que hoy se anima a rimar, hay un poco de Kuvo abriendo camino.