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La educación precarizada: exigen la regularización del plan FINES

El Ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, en la inauguración del ciclo lectivo del Cetrans del año 2017 - Fotografía de Elena Nicolay

En 2008 el Ministerio de Educación de la Nación inició el programa FinEs (Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios) para posibilitar la finalización de los estudios de aquellos ciudadanos que, por cualquier motivo, no cuenten con su título primario y secundario. Desde entonces, alrededor de dos millones de personas ingresaron al plan y actualmente FinEs cuenta con más de 400 mil egresados. A su vez, participan docentes, tutores y administrativos para impartir las diferentes materias. Los educadores reciben su sueldo solo durante los meses que dura el ciclo lectivo, de acuerdo al contrato.

Este año, como consecuencia de la pandemia de Covid-19, el programa no se inició. No se designaron los cargos para los docentes ni los responsables administrativos de las escuelas y, por lo tanto, los estudiantes no están recibiendo sus clases, ni siquiera de modo online. No es posible acreditar la trayectoria de los alumnos -es decir, las notas, las asistencias y todo lo que implica el cursado- sin la apertura del programa. La problemática se repite a nivel nacional.

“La urgencia de la situación es que nosotros no somos prestadores de servicio sino que el Estado nos contrata de manera precarizada -dice Giselle Robledo, profesora de matemáticas del Centro Educativo Trans de Puertas Abiertas (Cetrans), una de las instituciones sede del plan FinEs-. Pedimos que nos contraten y designen a través de la Junta Docente, para generar estabilidad laboral y reivindicar el estatuto docente”. Los contratos finalizan a fin de año, dejando al personal sin vacaciones pagas y a la espera de un nuevo acuerdo, con suerte, para junio del año siguiente. Además, los sueldos no están reglamentados por las paritarias docentes: “estamos cobrando la cuarta parte de lo que debería pagarse. Sin embargo, nosotros necesitamos esa fuente de trabajo”. 

Desde el Ministerio de Educación no hubo respuestas. “Si tuviésemos que depender de los ministros para encontrar una defensa de nuestras fuentes de trabajo, solo encontraríamos silencio. El ministro - Juan Pablo Lichtmajer, Ministro de Educación de Tucumán-  declaró que la educación de jóvenes y adultos está funcionando normalmente cuando no es así”, denuncia Robledo. La realidad es que, en la provincia, las escuelas para adultos que desean finalizar sus estudios funcionan a través del plan FinEs o a través de educadores contratados por la Junta Docente. Como la demanda de profesores para adultos es insuficiente, se creó el FinEs a modo de soporte. “Hay docentes sobrecargados de trabajo porque no está el FinEs. O hay escuelas cerradas porque todo su plantel funciona con este plan”, agrega.

El caso del Cetrans es preocupante. El espacio no solo brinda educación a chicas y chicos trans que fueron expulsados del sistema educativo en su adolescencia, sino que también asiste a muchos adultos que desean finalizar sus estudios. “Para mí estudiar era una asignatura pendiente. Yo no había podido hacerlo en mi niñez por el tema de mi sexualidad. En el Cetrans tuve una experiencia hermosa, me ayudaron a cumplir un sueño y egresé de la secundaria a mis 51 años”, cuenta Susana Balti.“La educación es uno de los factores que más influye en el progreso de las personas. El sostenimiento del Cetrans en muy importante para las personas que no pudimos terminar nuestros estudios. Llegar al Cetrans fue una experiencia que me llenó de afecto y comprensión, y que sobre todo me hizo sentir respetada”, expresa Nikol, quien cursa la secundaria.

Pese a que se presentaron en el Ministerio de Educación y en la Casa de Gobierno sendas notas, las autoridades no brindaron ninguna respuesta. Ante esto, los docentes y estudiantes decidieron movilizarse para hacer visible su reclamo por la situación de precarización en la que se encuentran, por el inicio urgente de las clases virtuales y para solicitar la entrega de los títulos a todos los egresados del programa. Así, se sumaron a la lucha de docentes autoconvocados para exigir el cumplimiento de los derechos laborales de todos los trabajadores de la educación.

“La precarización es tan cruel que aumenta el miedo. Siempre tenés miedo de que no te vuelvan a contratar. Al estar así, precarizados, todas las relaciones laborales son más frágiles y débiles porque siempre temés perder el trabajo -expresa Robledo-. Esto no es algo que empezó con la pandemia. Este contexto solo hizo que saliera a la luz algo que ya venía sucediendo. No se puede seguir poniendo más polvo debajo de la alfombra y tampoco podemos seguir viviendo de la voluntad de los ministros”.