Una manera posible de evitar la tortura en los lugares de encierro
/La Constitución Nacional de la Nación Argentina reza en su artículo 18: "Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas...". Como bien es sabido, tanto las cárceles como otros lugares de encierro, llámense comisarías, alcaldías, etc., no cumplen con las condiciones básicas que establece el citado artículo. Pocas veces sucede que se filtre una prueba de los abusos y torturas que sufren las personas que se encuentran privadas de su libertad, tal es el caso del video que se dio a conocer hace unos meses en el penal San Felipe de la provincia de Mendoza (1). Esta escasez de pruebas no quita que este tipo de violación a los Derechos Humanos se vive todos los días en muchos lugares de encierro.
En la cámara de Diputados de la Nación se encuentra un proyecto de Ley que tiende a erradicar estas prácticas. Se trata de un sistema nacional de prevención de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes que está en concordancia con la Constitución y el Protocolo Facultativo de la convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles inhumanos o degradantes, al que adhiere el país.
En resumen, este proyecto de ley busca la creación de comités nacionales, provinciales o municipales, integrados por civiles que realicen visitas de inspección a cualquier lugar de detención. Estas visitas pueden ser de carácter regular o extraordinario y sin previo aviso y pueden estar acompañadas por profesionales idóneos elegidos por el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura.
La función básica de este sistema será prevenir la tortura, proteger directamente a las personas que se encuentren privadas de la libertad y así poder mejorar su calidad de vida.
Tucumán no es la excepción en cuanto a lugares de encierro que vulneran los Derechos Humanos de las personas que se encuentran en ellos, de hecho las cárceles de la provincia son especialistas en esconder "la mugre bajo la alfombra". Ejemplo de esto es, como se publicó en este sitio días anteriores, que la Directora de la cárcel de mujeres, Silvana Martínez de Guaraz, impidió el acceso al penal a dos abogadas de la Procuración Penitenciaria de la Nación que están habilitadas a visitar cualquier establecimiento donde se aloje a presos federales.
Esta es una prueba irrefutable de que detrás de esos grandes paredones se esconden muchas cosas que traerían consecuencias si se las dejara ver.
Marianella Triunfetti
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