Tucumán busca su Comisión contra la tortura

La Organización de las Naciones Unidas declaró en el año 1987 al 26  de junio como el día internacional en apoyo a las víctimas de tortura. Este día se estableció para recordar a las autoridades gubernamentales el compromiso que tienen con la ratificación del Protocolo Facultativo contra la Tortura, que tiende a la prevención de la tortura y otros tratos y penas crueles y degradantes en lugares de encierro. En junio de 2006 el Protocolo entró en vigor en Argentina y a partir de esto el Estado tenía un año para cumplir con el mandato de establecer un mecanismo nacional de prevención.  Esto no sucedió. La única provincia en la que está conformado el comité provincial contra la tortura es Chaco.

En Tucumán el 24 de marzo, durante una sesión extraordinaria de la Legislatura de la provincia y en conmemoración por el Día Nacional de la Memoria, la Verdad, y la Justicia, se  sancionó la ley de creación de la comisión provincial de prevención contra la tortura, pero hasta el momento no se promulgó, ni vetó, siendo que el Ejecutivo tiene un plazo de 10 días hábiles para hacerlo.

Cabe recordar que esta iniciativa fue impulsada por Gerónimo Vargas Aignasse, perteneciente al bloque oficialista. La misma propone una presencia del Estado excesiva si se la compara a la de la sociedad civil, hecho paradójico ya que esta comisión es la que tiene que "vigilar" al Ejecutivo para que cumpla con su tarea como corresponde. Además tanto la ley provincial como el protocolo facultativo hacen hincapié en la independencia que debe tener la comisión con respecto al Ejecutivo, cuestión que será imposible si hay una excesiva presencia del Estado.

Con la comisión provincial se pretende que la sociedad pueda entrar y ver con sus propios ojos la realidad que se vive en las cárceles y demás lugares  de encierro, una realidad que el poder no está interesado en que se vea.

Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, reza la Constitución Nacional refiriéndose a cómo deberían ser las cárceles. Esto, como es sabido, no es así. Cabría preguntarse si una posible solución a la inseguridad no sería empezar por mejorar el sistema carcelario argentino.

Marianella Triunfetti

mtriunfetti@colectivolapalta.com.ar

Fuente: http://o-irse.org.ar/?p=150