La palabra de los imputados

Fotografía de Bruno Cerimele | Agencia Infoto

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El miércoles 1 de octubre fue la tercera audiencia por la megacausa Villa Urquiza. Pasadas las 8 de la mañana estaba previsto que inicie la jornada con el tratamiento de las cuestiones preliminares que incluyen los planteos de las partes (defensa, fiscalía y querellas). Se esperaba que a la tarde empiecen las declaraciones testimoniales, declaraciones que tienen la particularidad de ser, en su mayoría, de víctimas sobrevivientes que estuvieron recluidos en el penal de Villa Urquiza entre 1975 y 1983.

La mañana había empezado con algunos retrasos. El tratamiento de las cuestiones preliminares se extendió hasta el mediodía y los planteos de la defensa consistieron en pedidos de nulidades y otros aspectos técnicos respecto a la composición de las querellas. La fiscalía, a su turno, solicitó al tribunal que desestime los planteos por considerar que eran los mismos que ya habían sido resueltos en instancias anteriores. La resolución del tribunal llegó en horas de la tarde que, en líneas generales, no hizo lugar a lo solicitado por los abogados defensores.

Hasta aquí todo se cumplía según lo esperado. A la tarde hablarían los imputados que así lo quisiesen hacer y a continuación empezarían a declarar los testigos. Pero esta última parte no se pudo realizar por la ausencia de uno de los imputados que había sido internado el martes 30.

José Víctor Gerez, según figura en esta causa, prestó servicio en el penal de Villa Urquiza como soldado guardiacárcel. Hoy tiene 85 años y conforme indica el informe médico presentado el primer día de audiencias puede concurrir al debate. Sin embargo el imputado se descompensó durante la última audiencia y, tras haber sido examinado por un médico del Sistema Provincial de Salud– Si.Pro.Sa. –fue trasladado al Hospital Centro de Salud para que se le realicen nuevos estudios. El médico manifestó que se encontraba en condiciones de continuar con el debate aunque, dados los factores de riesgo (obesidad y antecedentes cardíacos), recomendaba estudios de mayor complejidad.

El martes 30, después de haber sido dado de alta, Gerez fue nuevamente internado en una clínica privada. Por esta razón el miércoles no estuvo presente en el Tribunal Oral Federal (TOF) y no se pudo avanzar en el proceso que juzga su responsabilidad y la de los otros 10 imputados en los delitos cometidos en el pabellón E (Villa Urquiza) durante la última dictadura militar.

Lo que sí se pudo realizar fue la ampliación de las declaraciones de los imputados que manifestaron voluntad de hacerlo. El primero en hablar fue Jorge Omar Lazarte que se encuentra condenado en la megacausa Jefatura II Arsenales. Con el aplomo que lo caracterizó en el juicio de aquella megacausa sostuvo que no había participado de ninguno de los delitos que se le imputan. Habló de que los períodos de tiempo y cargos que figuran en esta causa no corresponden a los que cumplió efectivamente.

Lazarte fue subjefe de policía y cumplió otras funciones en esa institución. Sostuvo que el período que el ejército lo envió en comisión a la Jefatura de Policía de la provincia fue entre noviembre de 1974 y noviembre de 1975. Afirmó desconocer que en el edificio haya funcionado un centro clandestino de detención y que a pesar de tener ‘aptitudes de inteligencia’ no realizó funciones vinculadas a esas aptitudes. “Yo no tomaba decisiones”, afirmó Lazarte una y otra vez manifestando que no entendía por qué se lo juzga en este proceso y por qué se lo condenó en ‘Jefatura II Arsenales’. Fue la declaración más extensa de la tarde del miércoles, no escatimó respuesta a ninguna de las partes incluso cuando sus abogados defensores se oponían a las preguntas de la fiscalía. Esas respuestas rondaban en un mismo punto “No puedo responder por zonas que no eran de mi injerencia”.

Héctor Manuel Valenzuela, Daniel Arturo Álvarez, Pedro Fidel García fueron los otros imputados que decidieron responder las preguntas de los abogados y del tribunal. Valenzuela y Álvarez reconocieron la existencia del ‘Pabellón E’ donde eran alojados los llamados ‘presos políticos’ o ‘presos subversivos’ pero sostuvieron que nunca entraron, que ni siquiera sabían dónde quedaba y que de ese sector se hacía cargo el personal de Gendarmería o del Ejército. Los tres imputados dijeron que escucharon hablar de ‘la patota de Hidalgo’ pero dijeron no saber a qué se referían con el término ‘patota’. Marcos Fidencio Hidalgo (ya fallecido) era inspector general y en 1975 fue designado director del penal de Villa Urquiza.

Pedro Fidel García también afirmó su desconocimiento de los delitos cometidos en el penal durante el período que se juzga. Según los testimonios que figuran en el requerimiento de elevación a juicio, García fue miembro de la ‘patota de Hidalgo’ y los otros imputados también participaron de las torturas en el ‘Pabellón de la muerte’ (como fuera conocido el pabellón E).

La próxima audiencia está prevista para el martes 7 de octubre a las 9.30 de la mañana. El parte médico – con fecha 3 de octubre –firmado por el doctor Ernesto César Fernández, perito de parte ofrecido por la Secretaría de Derechos Humanos, informa que el imputado Gerez puede concurrir a las instancias del juicio. Resta conocer el informe realizado por la junta médica que dispuso el tribunal y que determinará las condiciones de este y de los otros imputados.

Martes 7 y miércoles 8 son los días que se reanudará el décimo juicio de la provincia por delitos de lesa humanidad. Se espera que esos días empiecen a declarar los testigos, esos sobrevivientes que esperaron casi 40 años para contarle a un tribunal lo que vivieron, esos amigos, compañeros, familiares que buscan construir una verdadera memoria colectiva.