Un juicio para cerrar uno de los circuitos represivos
/Germán Francisco Cantos tenía 21 años, había nacido en la provincia de Santiago del Estero y en agosto de 1976 vivía en Buenos Aires. Fue entonces cuando le tocó ‘hacer la colimba’. Fue incorporado al Batallón de Ingenieros de Combate 141 con asiento en la ciudad de Santiago del Estero. Su familia lo visitaba los fines de semana hasta que el 5 de setiembre de ese año no pudieron verlo. Les habían dicho que Germán había salido con permiso de franco el viernes 3 y que en ese momento figuraba como ausente sin causa en el libro de guardia. Desde entonces la búsqueda de Germán no tuvo fin.
El año pasado, durante las audiencias de la megacausa Jefatura II Arsenales, se juzgó y se condenó a los responsables del secuestro, tortura y desaparición de Germán Cantos. Los testimonios indicaron que tanto Germán como sus primos Anabel y Luis Antonio estuvieron en el Centro Clandestino de Detención que funcionaba en el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga (CCD Arsenales), en la provincia de Tucumán. Pero uno de los responsables de la desaparición de Germán no pudo ser juzgado entonces. Se trata de Jorge D’Amico, quien fuera Capitán en el Batallón de Ingenieros de Combate 141.
Inés Lugones, abogada querellante que representa junto a Julia Aignasse a la familia a través de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ex Presos Políticos, explica que se imputa a D’Amico porque tenía una rango jerárquico directo sobre Cantos. Por otro lado, de su mismo legajo se desprende que era un oficial de inteligencia, lo que viene a confirmar los testimonios que indican su vinculación con el CCD ‘Arsenales’. “Surge de las pruebas, los testigos y los documentos que D’Amico viajaba permanentemente de Santiago a Tucumán”, sostiene Lugones, “Nosotros consideramos que D’Amico es el responsable directo del secuestro, la desaparición y el posterior asesinato en conjunto con las fuerzas que ya están condenados en el juicio de la megacausa acá. Que era un lazo importante entre el circuito represivo que venía de Santiago del Estero y Tucumán”, agrega.
El juicio que comenzará el viernes 25 de julio en el Tribunal Oral Federal (TOF) va a contar, según se prevé, de cuatro audiencias. Mariano García Zavalía, secretario del TOF, especificó que las audiencias se desarrollarán los días viernes. “El primer viernes vamos a tener toda la lectura de la imputación y las cuestiones previas. Una vez resueltas (estas instancias) se le va a preguntar al imputado si va a declarar o no”, dijo García Zavalía. La causa cuenta con aproximadamente 40 testigos, de los cuales la mayoría ya han prestado declaración en otros juicios por lo que se definirá, según acuerdo de las partes, si se da por incorporados esos testimonios o si se van a reproducir los fragmentos pertinentes a la causa de Germán Cantos.
Inés Lugones, que es una abogada comprometida con las causas referidas a los delitos de lesa humanidad cometidos por la última dictadura militar, manifiesta que tanto ella como los miembros de la organización (entre los que se encuentran Angelina Cantos, hermana de Germán) confían que al término de este juicio la verdad del circuito represivo quede demostrada. “Tenemos plena confianza, creemos que los miembros de este tribunal han venido actuando correctamente así que esperamos que el imputado sea condenado por las pruebas que hay. Tenemos todas las expectativas puestas en eso”, enfatizó Lugones.
En este, que será el noveno juicio en la provincia por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar, se juzgará el accionar de una persona cuya impunidad se ha sostenido durante los años de democracia. “D’Amico es un importante militar que, además, siguió viviendo en Santiago del Estero y que durante muchos años fue funcionario del ‘juarismo’”, afirma la abogada querellante refiriéndose a los años en que Carlos Juárez gobernó, durante la democracia, el territorio santiagueño.
“La importancia es terminar de cerrar con el circuito de la organización de lo que hizo que en este caso Germán desapareciera, que es el que faltaba”, reflexiona Inés Lugones e invita a presenciar el juicio oral y público en el que se sigue construyendo Memoria, se sigue develando la Verdad y se sigue buscando Justicia.